DUNEDIN -- Durante los últimos cuatro años, Dioner Navarro había estado buscando la oportunidad de regresar a la titularidad en la receptoría de cualquier equipo de Grandes Ligas, y para esta temporada del 2014 la consiguió, gracias a su perseverancia, a su esfuerzo y, principalmente, a los resultados del trabajo que realizó la campaña pasada con los Cachorros de Chicago.
Hoy Navarro se encuentra en el complejo primaveral de los Azulejos de Toronto, en Dunedin, Florida, rebosante de alegría por haber encontrado ese chance, por el que tanto esperó, luego de ser protagonista de los Rays de Tampa Bay, como cátcher estelar entre el 2007 y el 2009, siendo además parte importante en la llegada del equipo a la Serie Mundial en el 2008, año en el que fue elegido para participar en el Juego de Estrellas.
"Esta es una de las satisfacciones más grandes que he tenido, porque luego de haber estado en el tope de mi carrera y repente bajé a un nivel inesperado, para luego regresar otra vez. Estoy muy contento y muy emocionado por la oportunidad que tengo aquí", dijo Navarro.
Los Azulejos confiaron en el venezolano, tras ver lo que hizo en el 2013, cuando dejó promedio al bate de .300, con 13 jonrones (tope personal), 34 carreras remolcadas; .365 de porcentaje de embasado, .492 de slugging y .856 de OPS). Esos registros y su experiencia, ya de diez años en Grandes Ligas, le valieron para firmar un contrato de dos campañas y ocho millones de dólares, el pasado diciembre, con la novena de Toronto.
Para el receptor venezolano no fue difícil decidirse a firmar con el conjunto canadiense, pese a tener sobre la mesa entre cuatro y seis ofertas más, por parte de otras organizaciones, pero ninguna de ellas le ofrecía lo que le estaba asegurando Toronto.
"Cuando se presentó la oportunidad de jugar en Toronto todos los días no lo pensamos dos veces, la cogimos por muchos factores, porque vivo en Tampa y uno pasa el spring training entero con la familia, eso es un poquito más fácil", dijo Navarro, quien desde el 2010, por lesiones e inconsistencias en su juego, había quedado relegado a roles de backup en los cuatro equipos (Rays, Dodgers de Los Angeles, Rojos de Cincinnati y Cachorros) en los que estuvo, incluyendo pasantías en ligas menores con algunos de ellos (Dodgers y Rojos).
Los Azulejos le han dado a Navarro luz verde para hacer lo que su criterio considere mejor dentro del equipo. Lo único que le han pedido es algo en lo que él no tiene control, más allá de prepararse lo mejor posible para afrontar la campaña: salud.
"En estos momentos me siento súper bien, fuerte, en buen estado de salud y seguiré trabajando en lo mismo para mantenerme así durante toda la temporada, porque va a ser la primera después de un largo trecho en la que estaré catcheando todos los días", expresó Navarro, quien acerca de lo subestimado que están siendo los Azulejos para la vendiera campaña, debido a la decepcionante actuación que tuvieron en el 2013, dijo: "Creo que lo número uno aquí es la experiencia. Tenemos a jugadores con mucha experiencia, que han estado en la liga por un buen tiempo. Lo segundo es la salud, porque si nos mantenemos saludables vamos a tener oportunidad de competir con los caballos de la división".
El careta no quiere generar falsas expectativas para esta temporada en relación a su ofensiva, especialmente por la muestra de poder de la campaña pasada, en la que impuso un tope personal de cuadrangulares.
"Nunca por mi cabeza ha pasado que soy un bateador de jonrones, siempre me he considerado un bateador que pone la bola en juego, que coge las bases por bolas cuando las tiene que coger", expresó el venezolano antes de agregar: "El año pasado tuve la fortuna de conectar 13 cuadrangulares, pero no pienso en eso, solo pienso en hacer lo que tengo que hacer para ayudar al equipo a ganar".
Así como en la producción de jonrones, Navarro implantó en el 2013 marcas personales en los renglones de promedio al bate, porcentaje de embasado, slugging y OPS. Para mantener esa producción y ser consistente con su bate en esta nueva oportunidad que tiene de ser titular, el venezolano mantuvo en el invierno el mismo plan de trabajo que realizó y la misma rutina que realizó el año pasado, también junto a Joey Votto.
En los Azulejos, Navarro tendrá oportunidad de sacar provecho de la profundidad ofensiva del equipo, que posee una alineación en la que hay velocidad, habilidad y poder. Eso podría llevarlo a imponer nuevos topes personales en sus registros ofensivos al final de la campaña.
"Lo que voy a tratar de hacer es sacarle la mayor ventaja de estar con jugadores como José Reyes, como Edwin Encarnación, José Bautista. Tenemos una artillería fuerte y yo voy a tratar de mejorar mi ofensiva junto a ellos", dijo el careta, quien en estos entrenamientos no para de mostrar su satisfacción por volver a tener la oportunidad de ser titular.