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El entrenador mexicano Javier Aguirre es una de las 20 personas que han sido citadas para rendir declaración en la sede de la Fiscalía contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada en Madrid entre el 2 y 3 de octubre en el marco de la investigación iniciada el pasado mes de enero luego de que la Liga de Futbol Profesional denunciara ante la Policía un supesto arreglo ilegal del encuentro entre el Levante y Zaragoza del 21 de mayo de 2011.  El actual entrenador de la selección japonesa fungía entonces de director técnico del conjunto maño, que con la victoria por 1-2 sobre el Levante en aquel encuentro selló su permanencia en primera para la siguiente jornada condenando, a su vez, al Deportivo la Coruña al descenso a la Segunda División. De acuerdo con Javier Tebas, presidente de la LFP y quien presentara dicha denuncia, se encontraron anomalías en las casas de apuestas antes y durante el encuentro. Entre los citados a declarar se encuentran futbolistas de los dos equipos, incluido el actual capitán del Atlético de Madrid, Gabriel Fernández, quien anotó los dos tantos zaragocistas; además del entonces mandatario de la institución aragonesa, Agapito Iglesias y el entrenador mexicano, único de los técnicos de los equipos involucrados que aparece en la citación. La Fiscalía ha enfatizado que la investigación se encuentra en "fase pre-procesal" y que no habrá imputaciones hasta que el asunto pase a manos del Juzgado de Valencia (donde se celebró el encuentro). Sin embargo, quien no acuda a declarar, será denunciado inmediatamente por el Fiscal Alejandro Luzón, quien lleva el caso. Según afirman fuentes cercanas al Zaragoza, el principal sospechoso es Agapito Iglesias, quien pudo haber arreglado el partido con jugadores rivales para sellar la salvación, aunque la Policía Nacional investiga a través de la Agencia Tributaria las cuentas de los 20 implicados en busca de transferencias superiores a 120,000 euros en los días posteriores a la celebración del encuentro. La LFP no contempla castigos en su reglamento actual por el arreglo de partidos, razón por la que ninguno de los dos equipos sufrirá descenso administrativo de encontrarse culpables. Sin embargo, quien resulte imputado por el juzgado podría arriesgarse a la inhabilitación deportiva. Desde 2010, el artículo 4 Código Penal Español tipifica como delito el fraude deportivo en el que se contemplan multas o penas de hasta cuatro años de cárcel por actividades que "predeterminen o alteren de manera deliberada y fraudulenta el resultado de una prueba, encuentro o competición deportiva profesionales". LARGA HISTORIA DE SOSPECHAS EN EL FÚTBOL ESPAÑOL
El Levante-Zaragoza de 2011, es uno de varios partidos que actualmente se encuentran bajo investigación policial luego de ser denunciados por la LFP a través de su presidente Javier Tebas, quien desde que asumiera el cargo en abril de 2013, se ha propuesto "limpiar" la imagen del futbol español abocándose en dos causas: la erradicación de los arreglos de partidos y la piratería. Las acusaciones de corrupción y amaño de partidos no son nada nuevo en el futbol español, particularmente entre los equipos de media tabla hacia abajo, tanto en Primera como en Segunda División. Conforme se acerca el final de campaña, se acercan también los rumores de los 'maletines' llenos de dinero en los encuentros donde hay algo en juego, mismos que nunca ha podido ser comprobados. El rumor de un posible acuerdo entre Levante y Zaragoza sonó con fuerza en su momento, días antes de que se llevara a cabo el encuentro en el Ciutat de Valencia. Según publicó La Gaceta en mayo de 2011, el presidente de la Federación de Accionistas y Socios del Futbol Español, José Angel Zalba, habría admitido que existían "rumores de calle" sobre un posible amaño. Se especulaba, así mismo, que el resto de equipos implicados en el descenso -Hércules, Almería, Getafe, Racing de Santander y Deportivo- podrían ofrecer una "prima" al Levante, que ya no se jugaba nada, por llevarse los tres puntos y condenar así al Zaragoza, el único que dependía de sí mismo. Los rumores no quedaron ahí; sobre todo al tratarse de dos equipos que habían estado relacionados previamente con sospechas de amaños ilegales. En abril de 2013, el Deportivo de La Coruña venció por 0-4 a Levante luego de anotar tres goles en menos de media hora. De acuerdo con la Policía Nacional, fueron también las grandes sumas de dinero apostadas al 0-3 lo que alertó de la existencia de una anomalía. La situación se agravó cuando Barkero, jugador del Levante, acusó a sus varios de compañeros de haberse dejado ganar para beneficiarse de las apuestas, entre ellos, el arquero Gustavo Munúa, sospechoso también en la investigación del encuentro entre Levante y Zaragoza. La investigación, que sigue abierta, enfrió la ya tensa relación entre las directivas. Augusto César Lendoiro, presidente del Deportivo, recordó entonces que: "el Depor no ha participado en lo que ha pasado estos años. Ni sus jugadores ni su directiva. Pongo la mano en el fuego. Pero casi todos los partidos de final de temporada estaban amañados de una forma u otra", dijo el presidente del cuadro gallego quien enfatizó en que "descendimos (en 2011) por un acuerdo entre otros". Por su parte, Agapito Iglesias, ex propietario del Zaragoza, fue acusado en no pocas ocasiones de amaño de partidos. La gestión del empresario al frente de Zaragoza, de ocho años de duración, ha sido calificada de desastrosa luego de que se le involucrara en varios procesos judiciales por enriquecimiento ilícito, razón por la que fue obligado por la junta directiva a vender sus acciones a principios de este torneo.
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