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La rivalidad entre Wenger y Mourinho pasa al capítulo de los empujones

LONDRES -- La rivalidad y mala relación entre el francés Arsene Wenger y el portugués Jose Mourinho dio un salto este domingo en Stamford Bridge, donde el técnico galo del Arsenal apartó al luso del Chelsea con dos empujones.

Tras el cruce de declaraciones entre ambos entrenadores en los pasados días, el derbi londinense se calentó en la banda a la par que en el campo.

A los veinte minutos Gary Cahill, zaguero del Chelsea, vio una cartulina amarilla por una fuerte acción sobre el chileno Alexis Sánchez, atacante del Arsenal.

Otra falta provocó la reacción adversa de Mourinho, quien mientras se quejaba fue apartado hacia atrás con un par de empujones por Wenger, muy molesto, lo que obligó al cuarto árbitro a separar a ambos.

LAS EXPLICACIONES DE LOS PROTAGONISTAS
Jose Mourinho, quien recibió dos empujones de Arsene Wenger en el transcurso del derbi Chelsea-Arsenal, explicó que quería que el francés saliera de su área técnica, mientras que el galo justificó que él tan solo quería ir a ver el estado de salud del chileno Alexis Sánchez, quien acababa de recibir una falta de Gary Cahill.

Los dos carismáticos técnicos protagonizaron un nuevo capítulo, de mayor intensidad, dentro de una relación tortuosa. En esta ocasión se llegó, aunque con levedad y sin mayor trascendencia, a las manos, cuando el francés empujó al portugués en la banda de Stamford Bridge. El cuarto árbitro los tuvo que separar y el colegiado los amonestó y les advirtió que, de repetirse el hecho, los expulsaría.

El encuentro se produjo después de varios días de declaraciones cruzadas y de que Cahill hiciera una dura entrada al atacante chileno en un derbi que concluyó con triunfo del Chelsea por 2-0.

"Yo quería ir de A a B y alguien se puso delante de mí sin ningún signo de bienvenida. B era Sánchez, quería ver cómo estaba", indicó el entrenador del Arsenal al concluir el partido.

Mourinho, además de indicar que había cometido errores en el fútbol pero no en esta ocasión, explicó que solamente le dijo a Wenger que saliera de su zona técnica y no regresase.

El francés admitió que en los próximos días recibirá "lecciones morales" por parte de mucha gente, pero minimizó la intensidad del empujón y aseguró que podía demostrar qué es realmente un empujón.

Mourinho restó importancia al incidente, pese a los empujones, y en Sky Sports aseguró que se había terminado.

"El área técnica es muy clara, yo tengo la mía, el tiene la suya y no puede venir a la mía, en especial para ejercer presión sobre el árbitro a dar una tarjeta roja al jugador", argumentó el luso, quien por ello le dijo que se tenía que ir.