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Arrestan a directivos de FIFA por presunta corrupción

ZÚRICH -- Autoridades suizas comenzaron una operación este miércoles por la mañana donde un total de 14 personas fueron procesadas, entre las que se destacan nueve oficiales y cinco ejecutivos corporativos de la FIFA por cargos de corrupción. Se detuvieron a siete dirigentes del organismo mundial: Jeffrey Webb, Eduardo Li, Julio Rocha, Costas Takkas, Eugenio Figueredo, Rafael Esquivel y José Maria Marin a petición de la justicia estadounidense por sospechas de corrupción, lavado de dinero y sobornos.

Los arrestos fueron realizados a petición del Departamento de Justicia de Estados Unidos con el objetivo de que enfrenten los cargos que se les imputan en el Distrito Este de Nueva York, basado en Brooklyn. La acción se llevó a cabo durante el Congreso anual de la FIFA por parte de autoridades suizas en las instalaciones de un lujoso hotel.

Blatter no estaba entre los detenidos, indicó el portavoz de la FIFA Walter de Gregorio a la agencia AP: "No está implicado en absoluto", dijo.

Está previsto que Blatter acuda a una reunión de la Confederación Africana de Fútbol a las 10:30 de la mañana (08:30 GMT) en otro hotel del centro de Zúrich.

El plan de las autoridades era arrestar a por lo menos a 10 directivos, aunque no todos se encontraban en Zúrich, según indicaron tres fiscales. Los cargos incluyen fraude, lavado de dinero y extorsión.

Entre los directivos detenidos se encuentran Jeffrey Webb, de Islas Caymán, y vice presidente del Comité ejecutivo; Eugenio Figueredo, de Uruguay, quien es también integrante del Comité ejecutivo y recientemente presidente de la Conmebol; y Jack Warner, de Trinidad y Tobago, un ex integrante del Comité ejecutivo y quien ha sido sospechoso de otros casos de corrupción.

Según la agencia EFE, el total de "directivos del sector del fútbol" detenidos fue de siete.

Según el New York Times, los arrestos fueron realizados de forma pacífica, con la menos dos de los acusados escoltados hacia fuera del hotel sin ser esposados. Otro de los directivos de la FIFA, Eduardo Li, de Costa Rica, fue llevado por las autoridades de su cuarto a la salida del hotel. Se le permitió llevarse su equipaje, el cual tenía grabado un logotipo de la FIFA.

El proceso representa un duro golpe para Joseph Blatter, presidente de la FIFA, quien es reconocido como la persona más poderosa de los deportes profesionales, aunque las autoridades no tienen ningún cargo contra él. La ceremonia en la que se llevará a cabo la votación para su quinto mandato al frente de la organización está programado para este viernes.

"Nos sorprende la profundidad que tiene el caso y como toca cada parte de la estructura de la FIFA y lo que hizo", comentó un vocero de las autoridades. "Parece que permea a cada elemento de la organización y que siempre fue la forma en que se realizaron los negocios. Da la impresión de que la corrupción era institucionalizada". El Departamento de Justicia de Estados Unidos, el FBI y la FIFA no emitieron posturas oficiales hasta el momento.

Los arrestos se toman como un duro golpe para la FIFA, el millonario organismo rector del fútbol a nivel mundial, que ha estado involucrado en numerosas acusaciones de fraude durante décadas.

El caso es el más significativo para la procuradora de justicia estadunidense Loretta E. Lynch, quien tomó el cargo apenas el mes pasado. Lynch se desempeñó previamente como fiscal en Brooklyn, donde fue parte del equipo que formuló los cargos contra la FIFA.

Según un mensaje en Twitter del New York Times, los directivos de FIFA fueron escoltados fuera del hotel procurando cubrir sus identidades:

La FIFA es una organización millonaria la cual lleva a cabo cada cuatro la Copa del Mundo, un torneo el cual es ambicionado por los países cada cuatro años. Blatter tiene el control de las pautas a seguir en el proceso de selección de las sedes, aunque tanto él como la FIFA han sido asociados con casos de corrupción en el pasado, sin que ninguno de ellos hubiera sido presentado formalmente en alguna corte de la Unión Americana.

Las leyes de Estados Unidos le dan a su Departamento de Justicia la autoridad para proceder en contra de los intereses norteamericanos, un recurso que ha utilizado en el caso contra los actos de terrorismo