WASHINGTON -- Se podría pensar que con la existencia de un paquete que te permite ver todo y cada partido de las mayores a través de varias plataformas digitales, el receptor venezolano Wilson Ramos de los Nacionales de Washington tuviera conocimiento del talento que poseía Yunel Escobar antes de haber sido adquirido por el conjunto de la capital americana el pasado 14 de enero, un mes antes de que se reportaran los catchers y lanzadores a Spring Training.
Aparte de las hazañas ofensivas de Bryce Harper, que lo tiene en la consideración para la premiación del galardón del Jugador Más Valioso de la Liga Nacional, las contribuciones del toletero cubano han sido tan importante para un equipo que estaba ampliamente asegurado para llegar a la Serie Mundial de cara al inicio del torneo.
Escobar, que en el pasado mes de enero fue canjeado dos veces durante un tramo de cinco días, está gozando de su mejor campaña en los últimos años. El habanero inició la jornada del martes séptimo en la Liga Nacional y décimo en las mayores con un promedio de bateo de .317, nueve jonrones y 46 carreras impulsadas en 120 partidos.
“La verdad que no sabía la manera de cómo jugaba. Cuando llegó, mi otro compañero (José Lobatón) que había jugado con él (en Rays de Tampa) me comentó que era un buen pelotero”, indicó Ramos en un aparte con ESPNDeportes.com. “De verdad que ha demostrado que sabe jugar la pelota. Ha hecho un muy buen trabajo. Estoy contento por él por el aporte que le está dando a este equipo”.
Mientras que Ramos se iba dando cuenta del tipo de jugador que tenía por primera vez como compañero, el cubanoamericano Gio González era un de los pocos jugadores dentro del clubhouse de Washington que presentía la talla de pelotero que estaba a punto de convertirse en una pieza clave para un conjunto que comenzó la noche del martes en el segundo lugar de la División Este y a seis juegos detrás del líder divisional, los Mets de Nueva York.
“Hay algo sobre su presencia en la alineación que sólo nos enciende. Ha sido consistente todo el año”, afirmó González a ESPNDeportes.com. “Es difícil ver por qué alguien quisiera cambiar a este muchacho a cualquier lado. Ha sido fenomenal. Un gran compañero. Es adorado en el camerino. Sólo ver ese muchacho hacer lo que hace diariamente es divertido de ver. Es el tipo de pelotero que fácilmente puede iniciar un fuego con un swing de su bate”.
A parte de estar a gusto con una contribución ofensiva que coloca a Escobar segundo en Washington detrás de Harper con 146 hits, los Nacionales han quedado asombrados con el desempeño defensivo que el cubano ha mostrado en la esquina caliente.
Escobar, que antes de esta temporada había jugado 1,016 partidos un como campocorto, primero aceptó la encomienda de trasladarse del lado izquierdo del cuadro hacia el derecho durante los entrenamientos primaverales. Luego de una lesión sufrida por el antesalista titular Anthony Rendón, los Nacionales de nuevo le preguntaban a Escobar que cambiara su nuevo guante por uno más útil para la tercera base, donde no había aparecido en un partido de temporada regular desde 2007 cuando debutó en las mayores con los Bravos de Atlanta.
“Creo que ha hecho un ajuste increíble donde tuvo que adaptarse a lo que el equipo necesitaba. Lo hizo con gracia. No se quejó. Él sólo hizo su trabajo, “¡Eh, me necesitan ahí, bien, lo hago”, continuó el serpentinero de los Nacionales, que en 10 enfrentamientos nunca le asedió un hit a Escobar. “Ha estado muy bien en una posición en la que por primera vez está jugando. Él sólo ha sido consistente de nuevo en lugar donde no está tratando de hacer demasiado. Está tratando de ser él mismo cuando se sale a jugar el juego”.