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Cuesta arriba en el Piamonte

BRISTOL (ESPNdeportes.com) -- La derrota de Juventus en Londres ha dejado al equipo turinés con la difícil tarea de remontar un dos a cero frente a un Arsenal motivado.

La misión no es imposible pero sí necesita de un esfuerzo monumental para seguir soñando en la presente Champions League.

Juventus sufrió en el estadio Highbury como pocas veces lo ha hecho esta temporada.

Un equipo con mucha madurez como es el de Capello sucumbió ante la presión sobre el césped húmedo de Highbury. La dinámica asfixiante del joven equipo Arsenal terminó por desmoronar y desentonar al siempre balanceado equipo turinés.

No hay que tratar de buscar excusas donde desahogar la caída de Juventus. Lo que sí existen son explicaciones de cómo se dio esa derrota.

Las razones del revés pasan más por el mérito del rival que por errores o fallos juventinos.

El partido se inició bajo una torrencial lluvia -típica en Inglaterra- que amenazaba opacar un tanto el espectáculo. El ritmo inicial de juego fue vertiginoso, con ambos equipos tratando de marcar el tempo en un reducido espacio cerca del círculo central.

Por momentos este juego de toque de primera y relampagueante viaje del balón me hizo pensar en una partida de ajedrez a muy alta velocidad. Esto porque desde el puntapié inicial fue evidente que ambos técnicos habían dado específicas indicaciones de cómo arrancar el encuentro:

Arsenal quería sorprender a Juventus exactamente como lo había hecho hace un año Liverpool en Anfield, mientras que la Juve buscaba "imitar" el tempo de los londinenses.

Ese ritmo de juego hizo que ambos equipos cometieran errores en la entrega y que algunos jugadores dieran muestra de nerviosismo, como en el caso de Cesc Fábregas
-quizás también por su edad- quien demoró unos diez minutos para acomodarse y caer en cuenta de que este era simplemente otro partido, como otros importantes que ya ha disputado.

¡Vaya si cambió después de ese lapso inicial! El español anotó un gol y sirvió el otro, y se convitió en figura del partido junto a Thierry Henry.

Como se había anticipado, fue precisamente en ese sector donde se maneja Cesc que se definió el partido.

En este duelo de mediocampos Juventus iba en desventaja a priori por la ausencia de Pavel Nedved, un hombre todo corazón y entrega que era exactamente lo que indicaba la receta para contrarrestar la dinámica del Arsenal.

Adrián Mutu lo sustituyó pero difícilmente pudo contribuir al mismo nivel, a pesar de haber jugado en Inglaterra y conocer el estilo londinense.

Mauro Camoranesi por el otro costado fue una sombra de lo que le conocemos, quizás debido a que también fue víctima de un gran esfuerzo inicial.

En el corazón del campo, Emerson y Vieira duplicaron labores como de costumbre, aunque por momentos los desplazamientos diagonales de los Gunners parecían llevarse hasta las sombras de los dos fuertes de la Juve.

El excapitán del Arsenal se olvidó de las emociones y de que estaba al borde de la suspensión, y se arrolló las mangas para ir y venir como mejor lo sabe hacer. Al final, se le escapó el prodigio español en un par de ocasiones y además recibió una amonestación que lo deja fuera para la vuelta.

Pero la suspensión de Vieira más bien hasta se puede aplaudir pues no se condicioná en su accionar, quienes tienen al Mister Capello con la cabeza hirviendo son Camoranesi y Zebina, pues "se dejaron" expulsar en el peor momento para el equipo.

El Arsenal demostró que Arsene Wenger es un mago en el desarrollo de jóvenes valores.

Con tres ausencias de peso en defensa, el técnico francés ha hecho de una línea con un promedio de edad de 22 años, una verdadera muralla. Estos jovencitos una vez más dijeron presente para marcar y detener a delanteros consumados y experimentados como Trézéguet e Ibrahimovic, quienes vieron frustradas sus intenciones ante la fortaleza y velocidad de los marfileños Eboué y Touré, de Senderos, y de Flamini quien siendo volante central, es improvisado como lateral izquierdo.

La movilidad en conjunto y el acompañamiento han sido las armas de un Arsenal que supo sacar de quicio a la Juve y dar la estocada en los momentos precisos.

Por eso cada intento del equipo italiano por las bandas fue neutralizado por una doble marca. Gilberto Silva siempre estuvo pendiente de su defensa y de las subidas de Emerson o Vieira, mientras que Hleb fue un peón incansable en ataque y en marca.

Juventus no jugó mal, pero desde muy temprano Arsenal impuso un ritmo que no le convenía al equipo italiano, y al que no se pudo ajustar.

Por eso es mejor decir que Arsenal ganó con claridad, y no necesariamente que Juventus perdió este partido.

El equipo turinés, acostumbrado a dar cátedra de táctica, se llevó una interesante lección de un joven equipo.

El partido de vuelta será entonces como una escalada al pie de los Alpes para la Vecchia Signora… Retorna Nedved pero no estarán Camoranesi, Zebina, Vieira y posiblemente Del Piero.

A lo largo de la temporada Juventus ha demostrado ser un súper equipo en todas sus líneas cuando el grupo está completo.

Ahora con un equipo remendado, la tarea de remontar el dos a cero toma otra dimensión, no imposible pero sí cuesta arriba...

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