<
>

Gran rivalidad histórica

NEW YORK -- Es evidente que al hablar de 'rivalidad' en torno a los Seattle Seahawks, el equipo que comúnmente se trae a colación son los San Francisco 49ers, pero mucho antes que el '12th Man' despreciara a los de rojo y dorado, el equipo más odiado por más de dos décadas fueron los Denver Broncos.

Este domingo, cuando los Seahawks se midan los Broncos en el MetLife Stadium, será la primera vez que dos equipos que eran archirrivales en el Oeste de la AFC se enfrenten en un Super Bowl.

La antigua rivalidad Denver-Seattle data de cuando ambos equipos pertenecían a la misma división de la Conferencia Americana de 1977 a 2001, antes de que los Seahawks se transfirieran a la NFC durante la expansión a 32 equipos de la NFL en el 2002.

En sus 25 años en el Oeste de la AFC, junto a los Oakland Raiders, San Diego Chargers y Kansas City Chiefs, los rivales divisionales jugaron entre sí dos veces al año, con una lapidaria marca histórica de 34-18 en temporada regular a favor de Denver, su mejor récord sobre cualquier equipo de la NFL, lo cual incluye sus únicos tres enfrentamientos interliga desde el 2002.

En Mile High Stadium, los Broncos cuentan con un superlativo récord de 21-5 sobre los 'Hawks'; los partidos fuera de casa han sido históricamente un poco más manejables para Seattle, con un balance de 13 victorias-derrotas por bando. Denver se impuso por una paliza de 31-14 en su último choque en el 2010.

En su único duelo de postemporada, un encuentro en la Ronda de Comodines de la AFC en 1983, los Seahawks ganaron 31-7, uno de los pocos momentos resplandecientes en la rivalidad a favor de Seattle, en lo que fue el mejor partido de la extensa carrera del prolífico mariscal de campo Dave Krieg, con un índice de pasador perfecto de 158.3, único en la historia de la franquicia.

En aquella época dorada en Denver, los Broncos dominaron ampliamente la división, coronándose campeones en 1977, 1978, 1984, 1986, 1987, 1989, 1991, 1996 y 1998, gran parte de los 15 años de John Elway como mariscal de campo.

La carrera del legendario pasador de los Broncos, y actual vicepresidente ejecutivo de operaciones del equipo, está intrínsecamente atada a partidos contra Seattle. Su primer partido de playoffs fue su año como novato, precisamente en aquella derrota en 1983, donde Elway lanzó para 123 yardas y fue interceptado una vez en la derrota por 24 puntos.

Su última apertura de temporada regular en casa fue una victoria 28-21 sobre los Seahawks en 1998, opacada por la hazaña de 178 yardas por tierra de Terrell Davis para terminar la campaña regular con sus históricas 2,008 yardas. En ese mismo partido, Elway lanzó el último pase de touchdown de su carrera, su número 300, ubicándose séptimo en la lista de todos los tiempos de la NFL.

Es apenas la segunda vez en 20 años, desde el enfrentamiento entre los New Orleans Saints e Indianapolis Colts en el 2010, que dos cabezas de serie se miden en un Super Bowl, ambos sembrados N° 1 en sus respectivas conferencias con idénticas marcas de 15-3, incluidos los playoffs.

Será el séptimo Super Bowl de los Broncos, que han ganado dos (1997-1998), empatados con los New England Patriots para la tercera mayor cantidad de apariciones después de los Dallas Cowboys y Pittsburgh Steelers con ocho. Una derrota sería la quinta para Denver, la mayor cantidad en la historia de la NFL, rompiendo un empate entre cuatro equipos con cuatro derrotas en Super Bowls (Minnesota Vikings, Buffalo Bills y Patriots).

Es la segunda aparición para los Seahawks, que nunca han ganado un trofeo Lombardi, y perdieron el Super Bowl XL después de la temporada del 2005 ante los Steelers. El último campeonato celebrado en la ciudad de Seattle, entre los cuatro deportes principales estadounidenses, fue el de los antiguos SuperSonics de la NBA en 1979.

Será el primer Super Bowl para los Broncos en 15 años, poniendo fin a la sequía más larga de la franquicia, y lo harán reviviendo recuerdos de una rivalidad que fue tan intensa como cualquier otra en la historia de la NFL.

Después de 298 partidos entre la campaña regular y playoffs de la temporada 2013-2014, y mientras continúa el debate sobre el choque entre la mejor ofensiva en la NFL (o en la historia) y el mejor equipo defensivo, existe un vínculo histórico que raramente se logra y promete ser un partido para la historia.