BRISTOL -- La selección mexicana de básquetbol vive un momento anímico halagador, luego de alzarse con el campeonato de la COCABA (Confederación Centroamericana de Baloncesto) al vencer en la final a Belice y coronarse de forma invicta en la justa, la cual tuvo lugar apenas una semana atrás en Cancún, Quintana Roo, en el Caribe mexicano.
Y aunque la derrota en un amistoso ante Argentina unos días después los devolvió a la realidad, el conjunto que dirige Arturo Guerrero mostró cohesión durante su participación en el torneo de la COCABA, además de contar durante el evento con un rostro familiar que no pudo uniformarse para entrar a la duela y defender los colores patrios, aparentemente por motivos de salud.
Se trata de Eduardo Nájera, quien por su experiencia en la NBA y su roce internacional, es considerado el mejor basquetbolista mexicano; pero la realidad es que su propio regreso a la acción con los New Jersey Nets es incierto, a raíz de lo difícil que ha resultado su recuperación de una hernia estomacal por la que tuvo que ser intervenido a mediados de febrero y que lo dejó sin jugar hasta la fecha.
El mexicano estuvo en Cancún al lado de sus compañeros pero no recibió el alta médica de los Nets para incorporarse a la acción en el torneo, lo que aumenta las dudas sobre la confianza que el equipo de New Jersey tiene sobre la salud del alero chihuahuense, quien en años anteriores vio mermada su estelar carrera en el baloncesto estadounidense debido a lesiones en las rodillas.
El mismo ex jugador de los Dallas Mavericks, Golden State Warriors y Denver Nuggets, reconoció ante los medios de su país que, de jugar en el Premundial, los Nets exigirían el pago de un seguro debido a su precario historial de salud.
Fue justamente en territorio boricua, pero en el 2003, cuando Nájera vistió por última vez la casaca de México. Posteriormente argumentó diferencias con la dirigencia nacional del deporte en más de una ocasión y en otras pidió permiso para ausentarse del representativo mexicano.
Aún así, la duda sobre la incorporación de Nájera (por sus prolongadas ausencias) no debería ser un factor vital para la escuadra Tricolor, que antes de partir a Puerto Rico para el clasificatorio hacia Turquía 2010 medirá fuerzas con Uruguay en tres encuentros programados en tierras mexicanas.
Los charrúas serán rivales de grupo de los mexicanos en Puerto Rico, además de Canadá, Islas Vírgenes y el país anfitrión, por lo que tiempo sobrará para que el equipo azteca estudie a fondo por lo menos a uno de sus enemigos del sector A.
AL GRITO DE GUERRA
Horacio Llamas, quien alguna vez militase con los Phoenix Suns es ahora el eterno veterano bajo los tableros del Tricolor, mientras que el también internacional Omar Quintero, y Gustavo Ayón, (ambos jugaron en Venezuela en el campeonato recién concluido) son tres de los elementos que más condimento le ponen al combinado azteca una vez tomado el vuelo.
También integran la plantilla Adam Parada, quien en el 2008 hizo campamentos de pretemporada con algunas escuadras de la NBA, Rommel Beck, que llegó al equipo tras participar en la Liga de Verano de la NBA con los Spurs y Earl Watson, de los Indiana Pacers, quien por su ascendencia mexicana pudo incorporarse también al cuadro tricolor.
Aunque no parte como favorito bajo ninguna circunstancia, el seleccionado debe jugar con la convicción de que es posible apoderarse de una de las cuatro plazas que los transportaría al Mundial del año siguiente.
Después de varios años de disputas con los organismos rectores del deporte organizado en la República Mexicana, el basquetbol ha recuperado la formalidad y es ahora la Asociación Deportiva Mexicana de Basquetbol (ADEMEBA) quien rige las acciones del deporte ráfaga a nivel de clubes y de selección, además de contar con el aval de la FIBA.
Tras ser reconocido internacionalmente, México pretendió organizar el Torneo Premundial de este año sin éxito alguno, aunque no cesa en su empeño por asistir a un Mundial después de 36 años de ayuno.