Enrique Rojas 12y

El Duque cree cubanos se desenfocan

HIALEAH, Florida -- Orlando Hernández, el cubano desertor más exitoso de todos los tiempos en las Grandes Ligas, está preocupado por la inconsistencia que han mostrado algunos de sus compatriotas que más recientemente firmaron para el béisbol norteamericano.

"Los muchachos que están llegando ahora deberían apreciar un poquito más la oportunidad que Dios le está dando de llegar a este país y concentrarse un poco más en el béisbol", dijo Hernández a ESPNdeportesLosAngeles.com en Hialeah, Florida.

"Creo que los cubanos que están llegando ahora tienen calidad, pero los dominicanos, venezolanos y puertorriqueños se enfocan más en el trabajo de llegar", dijo Hernández. "Sabemos que para los cubanos es un golpe es muy grande el venir de no tener nada a tenerlo todo, pero pienso que a veces se enredan un poquito y no se concentran", agregó.

"El Duque" Hernández sabe exactamente de lo que habla. En 1997, el entonces legendario lanzador de Industriales de La Habana en la liga local y miembro de la orgullosa Selección Nacional de la isla, escapó de Cuba en una balsa, se refugió en Costa Rica y posteriormente firmó un contrato de $6,6 millones de dólares con los Yankees de Nueva York.

Después de nueve salidas en las ligas menores, donde tuvo 7-1 y ponchó 74 bateadores en 51.1 entradas, "El Duque" fue convocado al equipo grande de Nueva York, ayudando a ganar la Serie Mundial de 1998 y las siguientes dos temporadas. En el 2005 fue miembro de los Medias Blancas de Chicago que ganaron la Serie Mundial por primera vez desde 1917.

En 9 temporadas en las ligas mayores, Hernández tuvo marca de 90-65, participó en cinco ediciones del "clásico de otoño" y apenas faltó dos años a la postemporada. Sus estadísticas en playoffs (9-3, 2.55 en 19 juegos) están entre las mejores de todos los tiempos.

"Pienso que esa suerte y ese gran regalo que me dio el señor de entrar al mejor equipo de béisbol del mundo, los Yankees, no podía desaprovecharla. Traté de hacer lo mejor posible, entregarme lo mejor que podía en el terreno", dijo Hernández. "Antes era más difícil, pero estábamos más enfocados", agregó.

Los peloteros cubanos han jugado en Estados Unidos desde finales del siglo 19, pero la llegada de Fidel Castro al poder y la subsiguiente eliminación del profesionalismo en la isla en 1960 sesgó la oportunidad a toda una generación de beisbolistas de las mayores de las Antillas de medirse a los mejores. Jugadores como Adolfo Luque, Luis Tiant, Tony Oliva, Minnie Miñoso, Rafael Palmeiro y José Canseco forman parte del Olimpo Cubano en las Grandes Ligas, pero ninguno de ellos pertenece a la clase de los desertores, esos que desafiaron al gobierno para ser profesionales.

En la última década del siglo XX comenzó a ser común que los cubanos escaparan de su país para cumplir el sueño de jugar en las ligas mayores. Antes que Hernández vinieron su medio hermano Liván Hernández, Ariel Prieto, René Arocha y Rey Ordóñez, entre otros. Luego siguieron José Contreras, Danys Báez, Kendrys Morales, Yunel Escobar, Alexei Ramirez, Yunieski Maya, Dayán Viciedo, Aroldis Chapman y Leonys Martin.

Los últimos recibieron verdaderas fortunas para convertirse en profesionales y lo mismo se espera que suceda con los jardineros Yoenis Céspedes y Jorge Soler y el juvenil lanzador Gerardo Concepción.

"Para él tengo mis respetos. Es un profesional. Su madre fue una de las mejores lanzadoras de Cuba. El muchacho se merece toda la bulla que está recibiendo, solamente le aconsejo que juegue como sabe", dijo Hernández sobre Céspedes.

Hernández, quien se retiró después de la temporada del 2007 y dirige un programa de pequeñas ligas en Hialeah, no cree que los grandes contratos que reciben algunos cubanos esté relacionado a su desempeño en el terreno o su comportamiento general.

"No creo que sea el dinero. La gente que cambia cuando recibe dinero es porque ya estaba cambiada. Simplemente hay que enfocarse más. Primero hay que crecer y no despegar los pies de la tierra.", dijo.

"La calidad la tienen. El béisbol cubano, dominicano es bueno, pero aquí las cosas son diferentes. La calidad es muy alta, el béisbol internacional ha crecido", dijo Hernández.

"En lo personal, a veces me choca un poco, los cubanos deberíamos enfocarnos más en lo que estamos haciendo para representar un poquito mejor a nuestro país", dijo el ex lanzador.

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