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El filipino más dotado

LAS VEGAS -- Estamos atestiguando a uno de los más grandes del boxeo de todos los tiempos, y la parte impresionante es que Manny Pacquiao no habla acerca de cuan grandioso es. Lo demuestra, pelea tras pelea.

Demostró más que suficiente contra Miguel Cotto, tomando a mitad de camino la pelea y aterrizando una paliza contra la estrella portorriqueña para ganar el título welter via nocaut técnico en el duodécimo round, ante una eléctrica tribuna de 16,200 personas en el MGM Grand Garden Arena, el sábado por la noche.

A miles de millas de distancia, millones de filipinos indudablemente celebraron la victoria de su héroe nacional. Miles más estuvieron en éxtasis en el predio mientras Pacquiao hacía historia en el boxeo.

Con la victoria de nocaut técnico, Pacquiao ganó un título en una séptima división (record), seis meses después de haber noqueado a Ricky Hatton en el mismo ring en el segundo round para ganar el sexto título de su carrera en welter Jr., y casi un año después de haber mandado al retiro a Oscar de la Hoya. Para un muchacho que se volvió profesional a los 16 años en la categoría de 106 libras y ganó su primer campeonato en las 112 libras, Pacquiao escaló la montaña del boxeo como ningún otro boxeador.

Peso mosca.

Pluma junior.

Livianos.

Welter junior.

Y ahora, welter.

"Es un honor ganar un séptimo título", dijo Pacquiao. "Para mi es hacer historia y más importantemente, escrita por un filipino".

De todas maneras, no irá por su octavo título.

"Esta es la última división de peso para mi", dijo Pacquiao.

Aunque más petizo que Cotto, Pacquiao castigó con su aplastante velocidad, así también con sus golpes fulminantes. La revelación, de todas maneras, fue el mentón de Pacquiao. Cotto, un temido zurdo, aterrizó sus golpes. Pero Pacquiao nunca fue a ninguna parte.

Fue un ida y vuelta durante tres rounds. De todas maneras, en el tercero, Pacquiao derribó a Cotto con una mano derecha, aunque Cotto parecía estar deslizándose en el piso al mismo tiempo que comenzó el golpe.

Aunque Cotto (34-2, 27 KOs) no parecía estar lesionado, pronto lo estaría. En el próximo round.

Las combinaciones siguieron lloviendo sobre Cotto, pero Cotto parecía estar ganando el round al comienzo. Aterrizó un par de ganchos izquierdos, pero Pacquiao nunca vaciló. Luego la pelea cambió.

Pacquiao aterrizó una poderosa mano derecha y Cotto cayó al piso y quedó debilitado para cuando ya se hubiere levantado.

Afortunadamente para Cotto, el round estaba por terminar y pudo recuperarse durante el período de descanso.

Pero no por mucho tiempo.

Cotto no pudo lidiar con la serie de golpes y Pacquiao (50-3-2, 38 KOs) estaba por encima suyo. La cara de Cotto comenzó a inflamarse. Para el noveno round, Cotto estaba en mal estado. Estaba sangrando de la boca y la nariz, goteando sangre en el piso.

"La velocidad de Manny fue demasiado", dijo Freddie Roach, el entrenador de Pacquiao. "Manny lo quebró. Cuando Cotto empezó a detenerse sabía que la pelea se había terminado".

Tras el noveno round, la mujer de Cotto se fue del predio con uno de sus hijos. No vieron cuando Cotto se cortó el ojo izquierdo en el décimo round.

Finalmente, tras mucho castigo en el undécimo round, parecía que la pelea sería detenida en el rincón, pero Cotto se negó a que el entrenador Joe Santiago la detuviera.

Pero el árbitro Kenny Bayless y el doctor del ring habían analizado bien el corte entre los rounds, y cuando Cotto comenzó a ser castigado nuevamente en el duodécimo round, Bayles la detuvo a los 55 segundos.

"Cotto estaba siendo muy castigado", dijo Bayless. "A causa de la severidad del castigo que estaba recibiendo lo miramos de cerca con el doctor y discutimos cuanto más podría seguir. Estaba golpeando a Pacquiao con buenos golpes pero no estaba haciendo mucho. Ya no había mucho que hacer".

Aunque Pacquiao, 30, quien ganó un mínimo de 13 millones contra los 6.5 millones de Cotto, hizo que la pelea parezca fácil--¿No es lo que los grandes hacen?--dijo, "Fue una pelea dura. Necesitaba tiempo para probar su poder. Practicamos pelear una pelea disciplinada. Esa fue mi clave a la victoria, permanecer disciplinado y no entrar en pánico en el ring".

A medida que el rostro de Cotto comenzó a hincharse y la sangre comenzó a caer, debe haber tenido flashbacks a julio de 2008, cuando, en el mismo ring, sufrió una derrota de nocaut de undécimo round contra Antonio Margarito.

De todas maneras, los golpes de Pacquiao parecían auténticos y causaron mucho daño.

Tras la gloriosa victoria, la atención giró a lo que sigue para el rey.

Después de todo, Floyd Mayweather, el ex rey invicto de la libra por libra y campeón welter que se salió del retiramiento en septiembre, es una posibilidad.

Todo indica que Pacquiao-Cotto sobrepasaría el millón de ventas en PPV (HBO volverá a transmitir la pelea el próximo sábado a las 10pm ET/PT). La victoria de Mayweather contra Juan Manuel Márquez también superó el millón de dólares.

Un enfrentamiento entre Pacquiao y Mayweather se postula como la posible pelea record de PPV de todos los tiempos.

¿Entonces?

"Claro, pelearemos contra Mayweather, si el quiere", dijo Roach.

¿Y que es lo que dijo el rey?

"Es el promotor el que define las peleas", dijo. "Mi trabajo está en el ring".

Y sin duda que pelea.