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Goles, emociones y un justo campeón

La tristeza de unos, el festejo de otros EFE

MADRID -- El Sevilla se proclamó ganador de la Supercopa de España, el primer título de la temporada, tras derrotar de nuevo al Real Madrid, esta vez por 5-3 y en la capital, con lo que logró su quinto título en quince meses, prolongando su fiesta en el mejor periplo de su historia.

Tras haber vencido por la mínima en Sevilla, el equipo de Juande Ramos se paseó en el Bernabéu y se anotó el quinto título en menos de año y medio, después de las dos Copas UEFA, la Supercopa europea y la Copa del Rey de hace menos de dos meses.

Juande volvió a derrotar, como en aquella ocasión, a Bernd Schuster, que se quedó sin ganar su primer título como técnico.

El manchego alineó finalmente al lateral derecho brasileño Dani Alves, en la órbita del Chelsea londinense, e hizo debutar al colombiano Aquivaldo Mosquera, que compartió el centro de la defensa sevillana con el argentino Fazio, colocando su estrella maliense Kanouté en punta y el brasileño Renato entrando por detrás de éste, con Navas haciéndolo por la derecha y el portugués Duda por la izquierda.

Schuster optó por dejar en el banco a Guti -quizá el más destacado de una temporada irregular, en la que los blancos habían perdido cinco partidos y ganado cuatro-, mientras que, de salida, debutaron ante su público tres de las incorporaciones, el central portugués Pepe y los holandeses Royston Drenthe, de medio centro escorado sólo un poco a la izquierda, y Wesley Sneijder, con mayor libertad.

A tenor de las manifestaciones de sus respectivos presidentes, en el Bernabeu estaban llamados a enfrentarse el Madrid de la excelencia con el mejor equipo del mundo.

Decir que el Sevilla es el primer conjunto del orbe puede ser exagerado, pero hoy la afirmación de José María Del Nido se acercó más a la realidad que la de Ramón Calderón, que aún se queda en noble deseo. Y lo que quedó claro es que la afición sevillista vive el momento más feliz de su historia.

El partido no 'arrancó' hasta el primer tanto del Sevilla, en el minuto 17. Duda -destacado, al igual que en la ida-, lanzó desde lejos una falta por la derecha y el rechace de Casillas lo recogió Poulsen, que le sirvió en bandeja a Renato un tanto que obligaba a los locales a anotar, como poco, en tres ocasiones.

A pesar de ello, el Madrid deambulaba, con pocas ideas, por lo que cuatro minutos después Drenthe -un joven sin complejos que viene de ganar el europeo sub'21 con Holanda- asumió responsabilidades que no le son exigibles aún. De un potente zurdazo que entró tras dar en el travesaño, anotó un empate que animó a la afición blanca.

Pero la alegría duró poco, porque, apenas cinco minutos después, Renato lograba su segundo gol, tras culminar de cabeza una buena acción de Duda por la izquierda. Y a ocho del descanso, el Sevilla lanzó su estocada.

Sin alcanzar sus mejores registros, Alves no se arrugó y, en caso de que finalmente se produzca su salida, se merece que ésta sea más que digna. Suya fue la jugada que forzó el córner tras el cuál la mano de Pepe fue sancionada por Undiano con un penal que ejecutó con maestría Kanoute, goleador en las cinco finales sevillistas.

El testarazo de Cannavaro, tras falta ejecutada por Sneijder maquilló el resultado al filo del descanso, en el que el público aplaudió el calentamiento del 'deseado' Guti, que entró por Torres, reubicando a Drenthe en el lateral izquierdo.

Poco antes de ser sustituido por el argentino Saviola, en el 20 de la reanudación, Raúl fue autor de una ocasión de peligro al cabecear un centro de Sergio Ramos que desvió en gran parada Palop, otra de las piezas claves de un Sevilla que lleva dos temporadas funcionando como la mejor relojería suiza.

Ramos advirtió de nuevo, de cabeza, en el 75 y logró el empate al cabecear a la red una de las pinceladas de Guti al ejecutar éste un centro vertical de falta.

Pero ahí se acabó un Madrid que deberá apretar el cinturón, ante la visita, en primer partido liguero, de un Atlético de Madrid que quiere ganar el derbi capitalino.

Sólo tres minutos después, Kanoute se anticipó a la defensa y a Casillas, anotando el 3-4.

La impotencia local culminó en el último minuto de una segunda parte farragosa en la que el Sevilla se limitó a materializar contraataques. Acto seguido a la expulsión, por doble amarilla, de Pepe, Kanoute anotó su hat trick. Colocó el definitivo 3-5. Y Nervión prolongó su fiesta.