ESTOCOLMO -- En el terreno de juego del Estadio Rasunda ocurrió algo insólito cuando, terminado el partido, los jugadores y directivos brasileños fueron felicitados por Su Majestad el Rey Gustavo Adolfo.
Según informa el diario ABC de España, Mario Drige, dentista oficial del equipo campeón, puso su brazo sobre los hombros del Rey y luego le dio varias palmaditas.
El Rey, por su parte, felicitó a los jugadores y manifestó, en español, que había disfrutado mucho durante el encuentro.