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Arruinó los planes

Tom Watson no pudo completar la hazaña en el Abierto Británico y cayó en el desempate con el estadounidense Stewart Cink. De esta forma no logró convertirse en el ganador más viejo de un major a los 59 años.

"Ni siquiera se que decir", dijo Cink. "Me saco el sombrero por él. Hizo volver el tiempo atrás. Realizó un excelente trabjajo. Hablo por todos lo que estamos aquí".

El cinco veces ganador del Open no tuvo un gran día, pero llegó al hoyo 18 con un golpe de ventaja sobre Cink, quien había terminado el campeonato -2. Sin embargo, un fatídico bogey lo envió al desempate y ahí las cosas no pudieron ser peores.

"Ejecuté un putt horrible", dijo. "Luego en el playoff, fue un tiro malo tras otro".

El séptimo desempate -como siempre a cuatro hoyos- de los últimos
15 años del torneo fue el más emotivo, y el más triste. Turnberry
apoyaba a Watson. Es más, el golf apoyaba al héroe encarnado en una
segunda juventud, en busca de obligar al tiempo a un brutal
retroceso.

Sin embargo, dos bogeys y un doble bogey, en cuatro hoyos de desempate, dejaron a Watson a seis golpes de Cink, quien hizo dos birdies. Watson había arrancado el día con tres golpes de ventaja sobre Cink.

"Casi", dijo Watson. "El sueño casi se hace realidad".

Watson hizo bogey en el primer hoyo de desempate, el 5, y luego par en el 6, quedando a un golpe de Cink que venía jugando el playoff en par. Pero un doble bogey en el tercer hoyo, el 17, sumado al birdie de Cink lo condenaron al segundo lugar. El bogey de Watson y el birdie de Cink en el 18 terminaron por confirmar lo que había quedado sellado un hoyo atrás.

De esta manera Watson quedó a un paso de convertirse en el ganador más viejo de un major por 11 años. Y aunque su historia quedará por siempre en el recuerdo, el sabor amargo seguramente perdurará en el corazón de Watson por el resto de sus días.

"Fue divertido volver a estar en la pelea de un torneo, que muchachos de la edad de mis hijos pregunten, '¿Qué estás haciendo aquí?' y luego demostrarles que todavía puedo jugar", dijo Watson. "Seguro que me llevaré algo bueno de esto. Pero igualmente es una decepción".

Cink había empezado la semana con un score de 66, y se mantuvo a tiro con sendas tarjetas de 72 y 71 el viernes y sábado. Pero fueron los 69 golpes del domingo los que marcaron la diferencia. Cink hizo cinco birdies, incluidos cuatro en la vuelta y uno en el 18, y cuatro bogeys, quedando -1 en el día y -2 para el campeonato.
Desde el clubhouse, vio como Watson sucumbía a la presión y le entregaba la chance del desempate. El resto es historia.

La fortaleza de Cink, un excelente jugador del Tour
estadounidense y trigésimo tercero del mundo, derrumbó el castillo
de ilusiones que había construido el veterano golfista
norteamericano desde el pasado jueves a base de esfuerzo, sabiduría,
estrategia y fe.

"Ha sido una experiencia surreal para mí", dijo Cink. "No sólo por jugar uno de mis campos favoritos y en un torneo maravilloso, sino por hacerlo contra Tom Watson. Esto no está sucediendo. Crecí viéndolo en televisión, esperando seguir su pasos, no jugar contra él".

Pero así fue. Contra Watson, Cink consiguió ganar el primer torneo de Grand Slam de su carrera
y permitió que Julius Boros continúe figurando en los libros de historia como el golfista
más veterano en ganar un Grande (48 años).

LOS LATINOS
El mejor del día fue Andrés Romero, curiosamente el que peor entraba a la última ronda entre los tres latinoamericanos. Con tres birdies, dos águilas y cuatro bogeys, el tucumano firmó una tarjeta de 67 golpes, tres bajo par, y terminó +2 para el campeonato empatado en el 13º lugar con 10 jugadores.

Uno de los empatados fue el colombiano Camilo Villegas, quien mejoró su 39º lugar del año pasado pero no pudo llegar a pelear entre los líderes. El "hombre araña" hizo cuatro birdies, dos bogeys y un doble bogey para terminar en par de cancha y cerrar una tarjeta de 282 golpes (+2).

Por su parte el Pato Ángel Cabrera hizo +2 hoy y terminó 24º, +3 para el campeonato. El dos veces ganador de major hizo cuatro bogeys (3, 10, 12 y 15) y dos birdies (13 y 17), firmando una tarjeta de 283 golpes.

EL RESTO DE LA JORNADA
Watson no fue el único decepcionado. Otros tres jugadores tuvieron una porción del campeonato en la ronda final.

El inglés Lee Westwood tenía ventaja de un golpe con cuatro hoyos por jugar antes de hacer bogeys consecutivos. Sin embargo, batalló hasta el final y realizó un tremendo tiro desde el bunker en el fairway del 18. La pelota superó la barrera por una pulgada y de alguna forma alcanzó el frente del green. Un tiro detrás de Watson en ese momento, sintió que su esperanza residía en convertir el putt de 70 pies.

Pero la dejó a 8 pies y luego falló el siguiente tiro para llevarse el bogey. La tristeza de Westwood aumentó aun más cuando Watson falló su putt -sin ese bogey final, el inglés hubiera llegado al desempate.

"Pasé de la frustración a la enfermedad", dijo Westwood

Chris Wood completó una ronda de 67, con un bogey en el último hoyo. Ese falló lo dejó empatado con Westwood, terminando casi dos horas antes que Watson realizara el putt decisivo.

Mathew Goggin, quien salió en el grupo con Watson, también estaba empatado en la cima y tuvo la chance de tomar el control del campeonato cuando falló malamente un putt de 8 pies en el 13. Tres bogeys más en hoyos consecutivos lo condenaron a una ronda de 73, dos golpes detrás de los líderes.

Y también tuvimos a Ross Fisher, quien ni siquiera estaba seguro de poder jugar el domingo porque su esposa estaba por dar a luz. Hizo birdie en los primeros dos hoyos y tomó ventaja de dos golpes hasta que cayó en pasto alto en ambos lados del fairway en el hoyo cinco y firmó un cuadruple bogey. Fisher no volvió a hacer otro birdie en el resto del día y terminó en 75.

El campeón defensor Padraig Harrington, finalizó su ronda en +3 y terminó el campeonato lejos, en el puesto 65, con una tarjeta de 292 golpes.

Información de EFE y AP fue utilizada en esta nota.