Gustavo Bruzos 10y

Argentina, Sabella y el pragmatismo

BUENOS AIRES -- Partamos de dos premisas. La primera el mundo-fútbol argentino es sumamente exitista e histérico. La segunda nadie dirige una selección de fútbol para perder. Ahora bien, ¿dónde podríamos entremezclar con esto el gusto futbolístico...? Exactamente, en ningún lado.

Hemos dicho desde este mismo espacio, que todo el fútbol argentino (desde su misma cabeza dirigencial encarnada en Julio Grondona) no tiene otra idea para sostenerse que ponerse bajo la sombra de ese gran paraguas que es Lionel Messi. Y por lo tanto la selección de Argentina corre la misma suerte.

Y Alejandro Sabella, a quien sabemos un tipo sumamente inteligente, no se aparta un milímetro de ese lugar. Para ello, despliega sin ninguna otra intención que obtener resultados, su pragmatismo. Ha dicho, inclusive antes de su triunfo ante Bosnia, que en 2013 lo más importante no habían sido los resultados, sino haber aprendido a convivir (todos, ellos el equipo y nosotros, el público) con la ausencia de Messi.

Entonces, ¿cómo criticar una línea de cinco defensores ante Bosnia desde la propuesta, si al hombre lo eligieron para conseguir resultados?. Desde que asumió al frente del equipo, han caído sobre el entrenador un sinnúmero de cuestionamientos sobre el accionar defensivo del equipo. Y la contraparte del riesgo que presupone poner todo el arsenal ofensivo, desbalanceando el equilibrio.

Sabella ha demostrado alejarse de las polémicas. Es un tipo sumamente pragmático. Que hace su trabajo. Que elige sus jugadores. Y que busca unicamente el rendimiento que lo lleve a la victoria. Al fin y al cabo para eso lo contrataron.

Sabella ya eligió: recuperación y un fútbol muy vertical que en dos o tres pases ponga a sus delanteros de cara al gol.

Si quieren ver otro fútbol, habrá que comprar la colección completa del Barcelona modelo Pep Guardiola. Basta de buscar cosas que no van a existir. Crezcamos de una vez.

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