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PARIS -- El español Rafael Nadal ganó su 20° partido de este año en arcilla, al derrotar a su compatriota Nicolás Almagro por 7-6 (7-2), 7-6 (7-3) y 6-4, y colocarse en las semifinales de Roland Garros, sin ceder un set. Y su rival será el austríaco Jurgen Melzer, que venció al serbio Novak Djokovic, N° 3 del mundo, por 3-6, 2-6, 6-2, 7-6 (7-3) y 6-4. Nadal obtuvo su victoria N° 36 en este Grand Slam, que lo coloca en la penúltima ronda, donde se enfrentará con el sorpresivo Melzer (22° favorito), también zurdo, quien ya había avisado al dejar afuera de carrera al español David Ferrer, uno de los mejores sobre canchas lentas. El gran objetivo próximo de Nadal es poder conquistar Roland Garros por quinta vez, desde 2005. En este lapso sólo cayó una vez, en los octavos del año último, frente al sueco Robin Soderling, esta vez semifinalista y rival del checo Tomas Berdych por la zona alta del cuadro. Además, Nadal pretende recuperar el puesto N° 1 del ránking de la ATP, que sigue en poder del suizo Roger Federer, eliminado el martes en cuartos por Soderling. Para desplazar al helvético de la cima, el español deberá ser campeón el domingo, por lo que todavía le falta acumular dos victorias más.  El de Manacor, que fue el último campeón de este Grand Slam que lo ganó invicto (2008) parece dispuesto a reeditar este logro. Igualmente, sabe que el camino es duro y que, pese a seguir ganando, no viene brillando como mejor supo hacerlo en otros momentos. Nadal se impuso en dos horas y 35 minutos y se puso 7-0 en los duelos personales contra su connacional Almagro, el 19° cabeza de serie. Una de las claves del triunfo del de Manacor fue el 73 % de su primer servicio y que supo aprovechar dos de los seis puntos de rotura que dispuso. Almagro sólo anotó uno de dos, pero sobre todo la confianza de haber ganado los dos desempates. "Comencé un poco tenso, y fue muy ajustado a partir del 3-3 del primer set. Gané los desempates y mi juego mejoró algo, y he sido más agresivo y por eso los he ganado y han sido decisivos", acotó el ganador. Dos años después de su cita con Almagro en esta misma ronda (6-1, 6-1 y 6-1) de París, Nadal volvió a imponer su ley, aunque esta vez con muchos problemas al principio, pues el murciano se colocó en una fulgurante salida, plena de fuerza y confianza con un esperanzador 3-0, para intentar repetir la captura de un set, como hizo en el Masters 1000 de Madrid, el único que ha perdido junto con el de Roma ante el letón Ernests Gulbis. Eran momentos en los que al pupilo de José Perlas le salía todo. Su preciso revés a una mano buscaba las líneas y su derecha magullaba la central, donde volvía a jugar después de dos ediciones. Nadal, impreciso, sin las distancias tomadas aún, fallaba más de lo que en él es habitual. Pero esos momentos dulces de Almagro duraron poco. Nadal recuperó su solidez y a base de un par de puntos geniales, de esos en los que desgasta física y mentalmente a sus rivales, fue desinflando la moral de Nico. "No hay nada que hacer, venga por Dios", le gritó el murciano a su técnico, ante el frontón que tenía por delante. La seguridad de Nadal se demostró en los dos desempates de la tarde. En ambos juegos cortos jugó con la experiencia de sus 200 victorias en arcilla, 201 con esta, de sus 11 semifinales en los últimos 16 Grand Slams, con seis grandes en su bolsillo, de su tenacidad con la que ha destrozado tantas veces a Federer. Almagro confiaba en la victoria, como su novia Cristina, una estudiante de Derecho que regresó de nuevo a París, tras pasar unos exámenes y que se desgañitó en la grada animándolo junto con Albert Molina, el agente de "Nico". Nadal además utilizó el saque y la volea en los momentos precisos, cuando había que decidir, en el 5-2 del desempate del primer set; otra en el punto de rotura que dispuso Almagro en el noveno juego del segundo, y una más en el primer punto del segundo desempate de la tarde, cuando había que marcar diferencias. DJOKOVIC SE VINO ABAJO En un maratoniano encuentro de cuatro horas y 15 minutos, Melzer logró el mejor resultado de su carrera en un Grand Slam y remontó por primera vez en su vida un partido tras haber cedido los dos primeros sets, al imponerse en la tercera bola de partido que dispuso. El punto de inflexión del encuentro se produjo en el cuarto set, que duró una hora y 19 minutos, y en concreto en un interminable octavo juego, que se definió después de varias igualdades y que se llevó Djokovic. Melzer se hizo con el saque de su rival en el noveno juego del quinto set para ganar el suyo a continuación y clasificarse así para la semifinal. De esta manera, emuló la gesta de su compatriota Thomas Muster, quien luego se consagró campeón parisino en 1995. Nadal, su próximo rival, nunca cedió un set contra Melzer, jugador contra el que se enfrentó en dos ocasiones: en el Masters 1000 de Madrid del año pasado, también en arcilla, y en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, en superficie rápida. El austríaco, que disputa su octavo Roland Garros consecutivo, nunca antes había pasado de la tercera ronda del Grand Slam de París, ni de ninguno de los otros tres "grandes" campeonatos del tenis mundial. En esta temporada, Melzer, quien en general se desempeñó mejor en canchas veloces, llegó a los cuartos de final en Madrid, donde cayó contra el español Nicolás Almagro, del torneo de Rotterdam y del de Auckland, más el acceso hasta las semifinales del torneo de Dubai y del de Zagreb. Melzer, que consiguió el título de campeón juvenil de Wimbledon en 1999, tiene dos títulos en individuales en su carrera como profesional, el de Viena, en canchas duras y bajo techo, en 2009, y el de Bucarest, sobre arcilla, en 2006. Además ha llegado a las finales de otros seis torneos (Kitzbühel, Las Vegas, Metz, Houston, St. Poelten y Newport) y ocupa el puesto 25º del ránking de dobles de la ATP.
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