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Ferrer venció a Djokovic y llegó a semi

LONDRES -- El español David Ferrer, el Nº 5 del mundo, le ganó en la Copa de Maestros de Londres al líder de la ATP, el serbio Novak Djokovic, por 6-3 y 6-1, en una hora y 15 minutos, lo que además le dio el ansiado pasaporte para las semifinales del torneo final de esta temporada.

Ferrer es el quinto tenista que logra imponerse al serbio en una temporada en la que Djokovic obtuvo tres de los cuatro Grand Slam y firmó una de las mejores trayectorias de la historia del tenis, con 10 títulos incluidos.

El serbio completó un año deslumbrante, al final del cual está arrastrando diversos problemas físicos que lo tuvieron un mes alejado de las pistas y no volvió en su plenitud.

El número uno se retiró en septiembre de un partido de Copa Davis por molestias en la espalda, ante el argentino Juan Martín del Potro, estando en desventaja, y se resintió del hombro derecho en la última semifinal de Basilea.

Con la victoria de esta noche, el español se aseguró el pase a las semifinales del torneo que reúne a los ocho mejores tenistas del mundo, mientras que Djokovic deberá esperar al partido del viernes frente a su compatriota Janko Tipsarevic para asegurarse el pase a la siguiente ronda.

Ferrer ya había sido el único en vencer a uno de los primeros cuatro clasificados en el primer partido del torneo, al derrotar al escocés Andy Murray, tercero en el ránking, que más tarde se retiró por una lesión que arrastraba desde el Masters de París-Bercy.

El aguerrido español volvió a dar la sorpresa ante el rey, a quien le había ganado en tres ocasiones en arcilla pero solamente una en superficie dura, precisamente en la Copa de Maestros de hace cuatro años, cuando la competición se jugaba en Shanghai, una ocasión en la que Ferrer se plantó en una final que perdió contra el suizo Roger Federer.

Ferrer ya conocía la sensación de ganarle a un número uno del ránking mundial: lo hizo en 2003 en Roma, batiendo al estadounidense Andre Agassi, y lo repitió este mismo año en el Abierto de Australia, cuando superó a su compatriota Rafael Nadal.

En esta ocasión, Ferrer se vio las caras con un Djokovic que saltó a la cancha concentrado y agresivo, abriendo el duelo con un saque directo y ajustando sus tiros a la línea. El número uno había abandonado el blanco impoluto que vistió en su último encuentro frente al checo Tomas Berdych, que estuvo cerca de superarlo, y lució ahora un riguroso negro, quizás para tratar de marcar la diferencia con aquel duelo en el que sufrió más de lo previsto.

Pese a su intención de arrollar al español, el serbio se encontró frente a él con un Ferrer dispuesto a resistir desde el fondo sus arremetidas al saque y a hacer valer sus servicios con bolas rápidas. En los tramos en los que el serbio aunaba la fuerza de sus disparos con una colocación precisa sus golpes resultaban difíciles de devolver, y Ferrer tenía que buscar sus opciones en los momentos en los que el número uno afinaba algo menos.

Fue a mitad del primer set cuando Ferrer empezó a pensar que el serbio no era invencible y aprovechó el primer punto de ruptura del partido para situarse con ventaja en el parcial. Alentado por el numeroso público español congregado en el pabellón O2 Arena londinense, Ferrer supo desplegar su juego más brillante en ese tramo, cuando tan pronto acorralaba al serbio en el fondo y le dejaba bolas inalcanzables cerca de la red.

En un año en el que Djokovic no cedió mucho sets, Ferrer le ganaba el primero de la noche y arrancaba el segundo rompiendo de nuevo el servicio del serbio para colocarse 2-0 en el marcador. El español parecía haber tocado al rey del circuito en su línea de flotación y, en apenas media hora, el número uno veía cómo Ferrer le quebraba de nuevo y se colocaba 5-1 arriba.

En la primera bola de partido, Ferrer sentenció por quinta vez este año a Djokovic en un encuentro en el que el español superó al serbio tanto en efectividad de sus servicios, como en saques directos y en errores no forzados.

El checo Tomas Berdych, Nº 7 del mundo, se impuso a primera hora de la cuarta jornada frente al serbio Janko Tipsarevic, noveno del ránking y debutante absoluto en un Masters, por 2-6, 6-3 y 7-6 (8-6), en dos horas y 26 minutos de juego.

Tipsarevic ganó el primer set, pero no pudo impedir la derrota en el primer partido que disputaba en el torneo que reúne a los ocho mejores tenistas de la temporada, en el que ejercía de jugador suplente y al que ha accedido después de que el escocés Andy Murray, tercer cabeza de serie, se retirara ayer por una lesión.

Berdych mantiene, tras su victoria, las opciones de clasificarse para las semifinales del torneo, después de haber perdido el pasado lunes contra el número uno del mundo en un ajustado duelo, que se resolvió en el desempate del tercer set.

El checo se enfrentará en el tercer partido de la fase de grupos al español David Ferrer, mientras que Tipsarevic, con casi nulas opciones de clasificarse, se medirá el próximo viernes a su compatriota Djokovic.

El noveno tenista en el ránking de la ATP no precisó esta tarde de aclimatación para saltar a la pista, después de varios días observando la competición desde la grada, y desplegó desde el primer minuto un juego efectivo que le llevó a hacerse con el primer set sin demasiadas dificultades.

Rompió el servicio del checo en los primeros compases y supo aguantar desde el fondo de la pista los ataques de su rival, que trataba de dar velocidad al juego pero que cometía demasiadas imprecisiones.

Berdych, de 1,95 metros de estatura, alternaba los golpes potentes y bien dirigidos con algunas bolas fuera de la pista, mientras que Tipsarevic, quince centímetros más bajo, abrumaba al checo con su servicio y se defendía al resto.

Arropado por el público del pabellón O2 Arena londinense, el checo logró defender los intercambios en los que llevaba la iniciativa durante el inicio del segundo set, pero sucumbía cuando cuando era Tipsarevic quien sacaba, hasta que logró dar un golpe de timón al partido en el penúltimo juego del segundo parcial.

Berdych se hizo con el servicio de su rival, se anotó el set e inició una última manga en la que logró imponer un equilibrio en el duelo que no se rompió hasta que el checo ganó el último punto del desempate gracias a un tropiezo del serbio en la pista azul del O2 Arena.