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Del Potro, afuera en segunda ronda

MELBOURNE -- Fin del camino para Juan Martín del Potro en el Abierto de Australia. El N°5 del mundo cayó por 4-6, 6-3, 5-7, 6-4 y 7-5 con el español Roberto Bautista Agut (62°) y se despidió en segunda ronda, convirtiéndose en el primer top ten que abandona el torneo. El argentino tuvo chances importantes para encauzar una victoria, pero no las aprovechó y lo pagó caro. En 2013, el tandilense también había tenido un adiós temprano (tercera rueda), por lo que su acumulado para el ranking no variará trascendentalmente, aunque deberá esperar una nueva oportunidad para la pelea por el N°3 que le ofrecía Melbourne.

Del Potro comenzó firme al servicio, sin break points en contra y complicando desde la devolución a un rival que paulatinamente iba entrando en partido. En ese proceso, el argentino se llevó el primer parcial en 38 minutos y todo hacía prever un camino llano a la tercera ronda. Pero había una estadística que comenzaba a asomar: Bautista cerraba la planilla con dos winners más que el propio ganador.

En la segunda manga se hizo visible esa tendencia. Y de entrada. El europeo quebró en su primera chance (y única del set) y en una ráfaga se puso 4-1, con el plus de haber sacado adelante en ese tramo uno de los games clave del partido: Bautista levantó un 0-40, luego otras dos ventajas de Del Potro y desnudó el creciente fastidio del argentino, que no volvería a tener chances de quiebre en el parcial.

Así las cosas se igualaban y el partido se reabría. De un lado, el oficio de Del Potro; enfrente, la búsqueda constante de Bautista, que se cansó de acertarle a las líneas en la noche australiana. Para colmo, en el inicio del tercer set volvía a quebrar y encendía las alarmas del 5 del mundo.

Era el momento del español, que aplicaba un libreto simple y efectivo, moviendo al argentino por toda la cancha, haciéndolo trasladar sus casi dos metros bajo el calor de Melbourne y utilizando como elementos sorpresa el drop y las subidas a la red.

Pero, al margen de la buena actuación de Bautista, lo que primó en el partido de allí en más fue la irregularidad. En su peor tramo de juego, Del Potro volvía a decir presente, con quiebre para 3-3. Y el español entraba en un pequeño pozo, con decisiones apresuradas y un par de doble faltas. Allí, el tandilense aceleró y fue por el break decisivo con Bautista sirviendo para seguir en el set. No pudo en 4-5, pero sí en el game siguiente. Las cosas quedaban 2-1 para el campeón del US Open 2009. Y el tren parecía habérsele escapado al europeo.

Sin embargo, la cuarta manga volvió a traer los roles exhibidos en el segundo set y buena parte del tercero. Bautista marcando los ritmos y Del Potro cediendo la iniciativa más de la cuenta, aunque con respuestas desde el servicio (totalizó 28 aces). En el octavo game, el argentino volvió a tener dos chances para quebrar y sacar para partido (5-3). Pero no pudo y en contrapartida perdió su saque ante una serie de enormes devoluciones del español, que enseguida confirmaba y forzaba un imprevisible quinto capítulo.

En el set decisivo, ambos mantuvieron su servicio hasta 5-5. En el medio, Del Potro tuvo una (nueva) oportunidad para quebrar. No la concretó (terminó con 4/17 en ese rubro). Bautista tuvo las suyas en el undécimo juego. Cedió la primera. Pero en la siguiente mantuvo la paciencia y mostró la lucidez suficiente para desgastar al argentino y llevarse el break. Lo que siguió fue otra confirmación en cero y el merecido gran festejo de quien ya se calza el traje de revelación en este Abierto de Australia.

Con solo una final ATP en su carrera (Chennai 2013), Bautista Agut ahora buscará seguir sumando lauros en Melbourne ante el francés Benoit Paire, que dio vuelta una desventaja de 2-0 en sets ante el joven local Nick Kyrgios.

Para Del Potro, en tanto, nueva frustración en un quinto set. La sexta seguida desde Australia 2010, última instancia en la que festejó en ese contexto (10-8 ante James Blake).

En otros resultados de la jornada, Rafael Nadal (1°), Andy Murray (4°) y Roger Federer (7°) sellaron su boleto a la tercera rueda.


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