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Cinco sorpresas que enmudecerían al mundo del deporte

La teología del olimpismo se sustenta en tres valores fundamentales: Excelencia, Amistad y Respeto. Pero no te asustes, estas líneas son breves y nada tienen que ver con discursos moralistas o notas sosas para rellenar planes de producción. Simplemente se detienen en la frase, y cito, "no se trata de ganar, sino de participar", recogida en el cuerpo de la definición del valor Excelencia.

Hermosa sentencia. Cuestionable semántica. Ganar es el credo de los atletas de alto rendimiento; lo que queda claro que cada uno de ellos está consciente de cuán lejos llega el horizonte de sus posibilidades e interpreta diferente el significado del vocablo ganar.

Muchos de los que están en Río ya obtuvieron su medalla de oro. La disfrutaron y la celebraron a miles de millas de distancia del gigante sudamericano, cuando hicieron la marca mínima o ganaron el torneo preolímpico. Estar en Río es el plus.

Sin embargo otros sujetan un lastre que vino incluido con sus triunfos pasados. Con ellos no va eso de "lo importante es participar". Tienen que ganar y lo saben. El mundo los coloca en la cima y no se aceptan deslices. Una derrota suya significaría conmocionar a una de las urbes más animosas del planeta.

Aquí los dejo con el Top 5 de los atletas o equipos que si pierden sería una catástrofe:

MICHAEL PHELPS, NATACIÓN (ESTADOS UNIDOS)

Podrá fumarse todos los "porros" que le apetezcan, nunca sería más criticado que si falla en obtener al menos un oro en el Estadio Acuático Olímpico. Después de 22 medallas olímpicas, 18 de ellas de oro, es inaceptable que no pesque en su cuarta participación en citas cuatrienales (Atenas 2004, Beijing 2008, Londres 2012). El máximo medallista en la historia de Juegos Olímpicos no tiene margen de perdón. Él lo sabe.

USAIN BOLT, ATLETISMO (JAMAICA)

El hombre más rápido de todos los tiempos está en la misma posición que Phelps. Uno y otro son las caras más representativas de los Juegos. Incluso por encima de la del mediático futbolista brasileño Neymar. Bolt, que estuvo lesionado y se dudó de su participación, si llegara a perder en dos de sus tres pruebas atléticas (100, 200 y 4x100 metros) sería un verdadero suceso. Un tropiezo en el relevo sería perdonable porque no depende enteramente de él, pero del resto... ni hablar.

BÁSQUETBOL TEAM USA (MASCULINO Y FEMENINO)

Si juntáramos los millones de dólares que ganan los 12 hombres de la nómina del equipo de las barras y las estrellas notaríamos que la sumatoria bien podría sobrepasar el PIB (producto interno bruto) de varias de las 205 naciones que participan en estos juegos. Con tanta plata y una historia de éxitos que los oprime (14 títulos de 18 posibles), ¡Dios los libre de perder! A las damas, después de cinco coronas en fila y siete de 10 posibles, alguien se encargó de borrarles del diccionario la palabra que no pronuncian y les provoca más supersticiones que el mismísimo número 12+1.

VOLEIBOL BRASIL (FEMENINO Y MASCULINO)

Sería catastrófico que se les escape por tercera vez en forma consecutiva el sueño del doblete. Batacazo que dolería casi en la misma proporción al Maracanazo y el 7-1 del Mundial 2014. Muchas personas, y medios, no calculan el peso del voleibol en el gigante sudamericano. Ambas selecciones llegaron a las finales de Beijing 2008 y Londres 2012, en las dos oportunidades las mujeres ganaron y los hombres perdieron. En el imponente Maracanazinho -ubicado apenas a unos metros del Maracaná- la imperfección dudo que sea permitida. Mucho menos cuando sería el primer país que logra semejante hazaña desde 1968 (en Ciudad de México) cuando la extinta Unión Soviética repitió el doblete que había alcanzado en Tokio 1964.

FÚTBOL BRASIL

Aunque el fútbol es un deporte menor en citas estivales, gracias a las restricciones de edad impuestas por la FIFA, a Neymar y compañía no les queda otra alternativa que llevarse el oro. Existen tres razones a flor de piel que así lo exigen: 1) Es el único título que le falta a Brasil en el fútbol a nivel de selecciones; 2) necesitan maquillar la afrenta del 7-1 que le propinó Alemania en la semifinal del Mundial que organizaron en 2014, y 3) son los locales.