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RIO DE JANEIRO (Enviado especial) -- Mejor imposible. Además de ser el título de una gran película de Jack Nicholson, es la descripción del debut que tuvo el velerista argentino Facundo Olezza Bazán en los Juegos Olímpicos Río 2016, donde se quedó con la victoria en la regata inaugural de la categoría Finn. Pero, pese a sus 21 años, se mostró muy cauto cuando charló con ESPN.com, un rato después de esa gran actuación: "Ese triunfo no significa nada. Yo lo pienso así, porque esto recién arranca". El joven de San Isidro, que alguna vez contó que tiene como sueño "ganar una medalla de oro en los Juegos Olímpicos", conquistó la primera manga sobre el final, arrebatándole la victoria al turco Alican Kainar en los últimos metros. "Estoy bien, con buenas sensaciones pero sabiendo que esto recién empieza y hay que mantenerse enfocado", contó, con el cansancio pintado en el rostro. Es un tipo tranquilo. Se lo nota cerebral cuando habla. Por su corta edad, es una característica que sorprende, pero que es fundamental en un deporte como la vela. En su mirada, directa a los ojos del interlocutor, se percibe determinación. Tal vez la misma que le permitió el mes pasado quedarse con la medalla de bronce en el mundial sub 23 de la categoría, que se llevó a cabo en Dinamarca. Luego de la victoria en el inicio, en lo que fue su debut olímpico absoluto, fue noveno en la segunda regata, y por eso en la clasificación general quedó en el tercer lugar, con tres puntos más de penalización que el turco Kainar, que es el escolta, y seis más que el esloveno Vasilij Zbogar. Aunque se trata apenas de la primera jornada de esta categoría, algunos ya empiezan a trazar estrategias. No es el caso de Olezza Bazán. O, si es así, no lo revela. "La estrategia es la de siempre: Mantenerse enfocado, no desconcentrarse, nunca, porque acá un error puede costar muy caro", explica. El escenario de la vela es el complejo Marina da Gloria, ubicado en la Bahía de Guanabara de Río de Janeiro, un lugar que en los días previos el argentino se dedicó a estudiar casi con obsesión. Al consultarlo por las condiciones en las que se compitió en esta jornada inaugural, advirtió: "Son las que ya sabíamos. Esta bahía siempre tiene un as en la manga que te puede sorprender, y hay que estar preparado para eso". La actividad del Finn continuará este miércoles a partir de las 13.05 y volverá a constar de dos regatas, en las que el joven de San Isidro intentará mantener el gran nivel que mostró es el día del debut.
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