MÉXICO -- Desde Nueva York, la mexicana Paola Pliego no dudó en afirmar que las problemáticas que vive con la Federación Mexicana de Esgrima son personales y en revancha por la situación que vivió previo a Río 2016 y que la privó de acudir a Juegos Olímpicos.
“Yo creo que va por ahí; ¡claro que es contra mí!”, respondió cuando se le preguntó si la Federación Mexicana de la especialidad quiere perjudicarla luego de que una falta de pagos ocasionara que el equipo no pudiera competir en esa modalidad en un torneo en Estados Unidos, aunque ella sí pudo participar en modalidad individual.
El año pasado, Paola se quejó y culpó a este organismo por el doping positivo que dio y que después fue marcado como un error. Por ese problema, “claramente la federación nunca me defendió; claramente nunca se pronunció cuando me exoneraron; nunca mostraron ni tristeza por mi ausencia ni alegría por mi exoneración”, dijo la deportista mexicana a ESPN Digital.
El sábado a través de su cuenta de Twitter, la queretana denunció su molestia ante la federación: “Una vez más me quitan la oportunidad de representar a mi país”.
Señala que debido a este incidente está pensando en solicitarle apoyo directo a la Conade para poder seguir preparándose en Roma, Italia, donde reside. “La Conade me ha querido ayudar. Ellos no sabían que esto iba a pasar; nadie lo sabíamos. Fue en cuestión de horas”, recalcó.
Aseguró que el dinero para la inscripción -460 dólares- se dio, pero fue retirado poco antes de la competencia. “Sé que Julieta -Toledo- fue a pagar y le hablaron y lo retiró. La federación quería nosotras la pagáramos de nuestra bolsa. Quería obligarnos a pagar. No sé por qué hizo eso. ¿Qué ganaba? Por eso no competimos por equipo. En lo individual no hubo problema porque ya estaba acordado”.
Desconoce de quién fue la orden para que no se hiciera el pago. “Salí a comer y cuando regresé ya estábamos fuera por equipos, pues ya no se pudo hacer nada. Julieta dijo que yo me había rehusado a pagar y así fue”.
Paola añadió que no iba a cubrir un gasto que le corresponde a los federativos. “Se los dije: estoy con el equipo, me quedo otro día en Nueva York, pero no tengo por qué prestarle dinero a la federación”.
BUSCA APOYO DIRECTO DE LA CONADE
Ya no quiere poner más de su bolsa, pues cuenta que para los Juegos Centroamericanos de Toronto se hizo un campamento en Polonia y después pasaron al Mundial de Rusia y su familia tuvo que pagar boletos de avión, más de 3,500 dólares.
-¿Solo te pasa esto a ti o también a tus demás compañeras? “No, claro que no; a ellas les pagan todo. Yo me pagué toda mi preparación de cinco años rumbo a Río, todos mis entrenamientos y clases, y a ellas les pagó todo la federación, también a su entrenador y su estancia en España”.
A decir de Paola siempre está en la mejor disposición de ayudar, pero ha tenido malas experiencia en este aspecto. “Repito: el problema no es la Conade”. Agregó que ya le pidió a este ente su apoyo directo y está dispuesta a comprobar los gastos personalmente. “Ya lo ha hecho antes. También está buscando cómo ayudarme con mis entrenamientos en Italia. No quiero nada qué ver con la federación”.
Acerca de su participación en la Copa Mundial, en la cual terminó en el lugar 55, dijo: “No me fue como hubiera querido, pero poco a poco debo agarrar ritmo”.
Antes de despedirse, Paola le envió un mensaje a la gente: “Seguiré dando todo de mí. Sé el compromiso de representar a mi país y lucharé por esto y por darles las satisfacciones que se merece”.