Olímpicos
ESPN 4y

La travesía de los veleristas uruguayos ya clasificados a Tokio 2020

Salir el martes 10 de marzo desde Uruguay, llegar a Barcelona el 11, alquilar un barco, el 17 ir en ferry hasta Palma de Mallorca para disputar un torneo de regatas; seguir compitiendo en Europa, dar la orden el primero de abril para que el barco con el que van a competir salga de Montevideo rumbo a Japón, encontrarse en Asia con su nave y entrenar de cara a los Juegos Olímpicos. Ese era el plan; pero se expandió el coronavirus.

“El martes 12 ya en Barcelona fuimos a buscar el barco alquilado pero al otro día nos anunciaron que no íbamos a poder ir a entrenar a Palma, porque el club cerraría sin aceptar más gente de afuera, además iba a empezar la cuarentena obligatoria en toda España”, le contó a ESPN Dominique Knuppel, quien forma parte de la tripulación Defazio-Foglia-Knuppel clasificada a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 en la categoría Nacra 17 de vela.

“Hay algo que siempre se dice entren los navegantes, y es que en un campeonato de regatas no gana el que es mejor con viento fuerte o con calma, sino que gana el que se adapta mejor a todas las condiciones. Eso lo traspolamos un poco al día a día de adaptarnos a todas las condiciones en todos los aspectos”, comentó la deportista de 26 años.

“Sin duda que nuestro deporte es así, vas a correr una regata y más allá de la planificación, durante la carrera todo el tiempo vas al plan B, al C o al plan F; todo el tiempo estas tomando decisiones y cambiando estrategias, nadie esperaba una pandemia pero es lo que no está tocando a todos, hay que ajustarse a la realidad y moverse dentro de ese ámbito”, le explicó también a ESPN Pablo Defazio.

Y como en el agua, hubo que cambiar de planes, como siguió contando Knuppel: “Esa tarde del viernes 13 terminamos de aprontar los bolsos que casi que no habíamos ni desarmado y coordinamos con el equipo francés que nos invitó a entrenar a La Grande-Motte, teníamos el auto con el barco alquilado cargado y todo pronto para ir a Palma, pero en lugar de ir a Palma salimos a Francia”.

La invitación llegó por medio de un grupo de Whatsapp, similar al que pueda ocurrir en varias ligas de fútbol donde entrenadores y capitanes se invitan a partidos amistosos o indican que hay un equipo que quiere jugar. “En nuestro caso, hay un grupo de entrenadores y deportistas de distintas nacionalidades para organizar regatas porque es mejor competir que navegar solos. Por ejemplo, en el grupo se dice que a las tres de la tarde hay regatas, los entrenadores se ponen de acuerdo, colocan las boyas y demás, y se simula una regata de verdad”, comentan los veleristas uruguayos desde Francia.

“Los franceses mandaron un mensaje diciendo que ponían a disposición La Grande-Motte para entrenar. Me contacté directo con el entrenador, le dije cómo estábamos nosotros, que recién habíamos llegado a Barcelona y nos terminamos viniendo para Francia”, comenta Pablo Defazio.

Hoy los uruguayos están en el poblado de Pérols, situado contiguamente al pueblo deportivo de La Grande-Motte. “Perols es un lugar que ya conocíamos porque aquí estrenamos nuestro barco en el mundial de 2017. Si bien es un lugar turístico, en temporada baja hay poca gente, pero tenemos facilidades porque conocemos gente del club y no es lo mismo que ir a un lugar completamente nuevo”, narró Knuppel.

“Nos quedaba cómodo venir para acá. Si bien estamos lejos de casa, estamos en un pueblo donde no nos cruzamos con nadie”, comentó Defazio, quien explicó cómo se vive la cuarentena en Francia: “Para toda circulación tenés que llevar un papel, el estado hizo un documento con diferentes opciones para que vos expliques cuál es la razón de tu circulación, se puede trotar a dos km a la redonda, ir al supermercado, trasladarte a tu lugar de trabajo, y pasear al perro si lo tuvieras. Las multas por circular van desde los 30 a los 200 euros, al principio era hasta 135 pero la subieron porque como en Uruguay la gente sale igual, se están poniendo más rigurosos”.

Se permite correr dos km a la redonda, pero en el agua no se puede hacer nada. Con respecto al entrenamiento Defazio, quien ya disputó los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, comentó: “Nuestra preparadora física nos manda una rutina desde Uruguay todos los días. Hacíamos la parte aeróbica en el agua con un stand up paddle, pero eso ya no se permite estamos en un canal, incluso nos atamos un stand up paddle acá en el muelle y hacíamos el trabajo atados”.

Este domingo el Comité Olímpico Internacional (COI) se dio un plazo de cuatro semanas para estudiar qué hacer con los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, sin descartar postergarlos, tras la crisis sanitaria mundial que desencadenó la pandemia de coronavirus. En principio la fecha de inicio está estipulada para el viernes 24 de julio.

“Somos todos los atletas los que estamos siendo perjudicados por no poder entrenar o no poder cumplir con los planes de entrenamientos, no pasa tanto en la vela pero también hay muchos deportistas que aún no están clasificados, es muy poco tiempo para que se clasifiquen”, sostuvo Knuppel.

Defazio agregó: “Sabemos de las quejas de todas las federaciones y de los distintos países. Para que los Juegos sean justos se deberían postergar un año, porque tampoco los podés postergar tres meses, eso logísticamente no es viable para ningún país, sería igual de complicado”.

El plan original era estar en Europa tres meses para luego ir a Japón. El plan actual es seguir esperando, entrenar día a día sabiendo que un campeonato en Francia planificado para el 18 de abril se podría trasladar para mediados de mayo, aguardando que se cumplan las expectativas europeas de que con el calor la situación mejorará.

El 15 de abril es una fecha clave para la dupla Defazio-Knuppel. Dominique relató: “Dependemos mucho de la decisión que se tomen en los Juegos Olímpicos, nosotros para competir en Tokio tenemos que llevar nuestro barco y eso implica que el barco deba salir dos meses y medio antes del inicio de los juegos desde Uruguay para llegar en fecha”.

Defazio acentuó: “Eso nos obliga a no volver a Uruguay, porque si lo hacemos nos quedamos sin barco. Nuestro barco iba a salir el primero de abril, pero eso lo pusimos en stand by hasta el día 15. El plan que teníamos era estar en Europa mientras se mandaba nuestro barco desde Uruguay a Japón, y cuando terminaba la temporada acá dejábamos el que habíamos alquilado y entrenábamos un mes en Japón con nuestra embarcación. Cuando decidimos irnos a Francia, no nos pareció muy lógico volvernos porque tendríamos que hacer una cuarentena de quince días por haber estado acá”.

Como si el viento cambiara drásticamente, la dupla deberá adaptarse a todas las circunstancias, aún aquellas que ni siquiera estaban dentro de lo imprevisto. Y con Tokio 2020 o 2021, ya armarán un nuevo plan y corregirán el recorrido aún en medio del mar o del océano: “Si no se realizan los Juegos, dejaríamos el barco en Uruguay y seguiríamos alquilando uno para correr alguna regata en el verano europeo. Manejamos todas las opciones”.

^ Al Inicio ^