ST. LOUIS.- Simone Biles también llora. A la mejor gimnasta del mundo le costó trabajo su rutina de barras asimétricas y luego, en la barra de equilibrio, fue una batalla desde el momento en que comenzó. La estadounidense perdió la linea, intentó no caerse y poco después saltó molesta. Volvió al aparato y culminó su rutina antes de caminar hacia su asiento llorando. Se marchó con una ovación de pie y lloró cuando estaba sentada. Tiene tres semanas para perfeccionar su rutina y volver a la apuesta por hacer historia. Biles estuvo espectacular el viernes. No tanto el domingo, al menos para sus notables estándares, frente a una multitud de más de 20 mil personas dentro de The Dome en el America's Center que rugió cada vez que subió al podio. El pase olímpico de Biles fue solo un trámite. La reinante campeona mundial y olímpica de gimnasia aseguró su lugar en Tokio al ganar fácilmente las pruebas olímpicas de Estados Unidos el domingo por la noche. El total de los dos días de la joven de 24 años fue de 118.098 puntos y le valió uno de los dos lugares automáticos en el avión a Japón el próximo mes, cuando intentará convertirse en la primera gimnasta en más de 50 años en ganar oros olímpicos consecutivos. Sunisa Lee se quedó la otra plaza automática con 115.832 unidades tras lograr el mejor puntaje en la viga y las barras asimétricas. De hecho obtuvo un puntaje general más alto que Biles en la noche. Jordan Chiles, que no ha fallado en 24 rutinas en 2021, algo que ni siquiera Biles puede decir, también se dirige a Tokio, dos años después de que pareciera que su carrera de estrella mundial podría estar en peligro. Grace McCallum completa el equipo de cuatro mujeres después de quedar en cuarto lugar durante las pruebas. MyKayla Skinner, suplente en 2016, acudirá como especialista. La joven de 24 años será una dura contendiente para la medalla en la prueba de salto de caballo. Kayla DiCello, Kara Eaker, Leanne Wong y Emma Malabuyo quedarán como suplentes. Los compañeros de equipo de Biles tendrán un lugar en la primera fila de lo que promete ser uno de los mayores espectáculos de los Juegos. Biles llegará a Tokio como el rostro de su deporte, la delegación estadounidense y quizás el movimiento olímpico. Se ha convertido en algo más que una estrella de la gimnasia desde su coronación en Río en 2016. Su excelencia es tan constante que su último segundo lugar en una competencia llegó hace más de nueve años, combinada con su carisma y sus rutinas de excelencia la han empujado a la compañía de Michael Phelps y Usain Bolt, atletas cuyo dominio en el escenario mundial los ha convertido en íconos olímpicos. Biles ganó cinco medallas en Río de Janeiro. Ella podría hacer lo mismo en Tokio. Y Lee también tiene la oportunidad de volver a casa con un puñado de metales. La joven de 18 años de Minnesota es una maravilla en las barras asimétricas, una de las pocas gimnastas del planeta que puede superar a Biles Biles en ese aparato.
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