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BEIJING -- De antemano alterados por la pandemia de coronavirus y un boicot diplomático parcial, los Juegos Olímpicos de Invierno en Beijing enfrentan en otro reto: encontrar vuelos para todos los deportistas y funcionarios. Garantizar la llegada sin problemas de los participantes se ha "convertido en un interés de todos" ante la reducción de los vuelos regulares de pasajeros debido al COVID-19, explicó el viernes Zhang Liang, director del Centro de Llegadas y Salidas del comité organizador. El comité y las autoridades de aviación civil han "establecido el principio de que los vuelos fletados y temporales serán los medios principales (de traslado), complementado por los vuelos comerciales", destacó Zhang en una rueda de prensa. Él detalló que 17 aerolíneas nacionales y extranjeras se han comprometido a ofrecer vuelos temporales, agregando 15 vuelos de llegada diarios partiendo desde más de una docena de aeropuertos centrales en todo el mundo, junto con 13 vuelos de salida por día. "Los planes de vuelo han sido confirmados y los programas de vuelo han sido anunciados", afirmó Zhang. Al tiempo que China ha logrado controlar en gran parte las propagaciones masivas del virus desde que la pandemia inició en la ciudad central de Wuhan a finales de 2019, ha mantenido un enfoque estricto de "cero tolerancia" respecto a las restricciones pandémicas. Zhang dijo que los participantes de los Juegos Olímpicos de Invierno deberán estar plenamente vacunados al menos dos semanas antes de su partida a Beijing y revisar su estado de salud diariamente. También tendrán que realizarse dos pruebas de ácido nucleico al menos 96 horas antes de abordar sus vuelos y recibir un código verde sanitario emitido por el gobierno chino que muestre que están libres del virus. Los participantes serán sometidos a otra prueba una vez que lleguen a Beijing, añadió Zhang. Después de eso, los deportistas, funcionarios y periodistas ingresarán a una "burbuja de circuito cerrado" mientras duren los Juegos Olímpicos de Invierno, programados del 4 al 20 de febrero, a realizarse en tres sedes alejadas una de la otra -ubicadas en el centro de Beijing, en el suburbio de Yanqing y en la provincia vecina de Hebei. No se permitirá la presencia de espectadores provenientes del extranjero. Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá y otros países han anunciado un boicot diplomático bajo el cual no enviarán a funcionarios de sus gobiernos a los Juegos de Invierno en protesta por el trato que China da a los uigures musulmanes turcos y a otros grupos minoritarios, junto con los activistas a favor de la sociedad civil y los derechos humanos. China ha minimizado la decisión como un gesto inútil que viola el espíritu olímpico y ha prometido represalias. Los políticos, la WTA y tenistas líderes también han planteado sus inquietudes sobre la seguridad de la tres veces olímpica y ex número una de dobles, Peng Shuai, quien acusó públicamente a Zhang Gaoli, un ex miembro del Comité Permanente del Politburó del Partido Comunista, de forzarla a tener sexo tres años atrás. La WTA ha suspendido todos los eventos del año que viene en China y Hong Kong como respuesta.
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