El altruismo en las Ligas Profesionales, mucho más que un juego
En cada cancha, pista o estadio, mientras los reflectores se enfocan en la acción deportiva, hay una historia paralela que también juega, una historia de lucha, empatía y transformación.
En este camino, la NHL fue pionera. En 1998, junto con la NHLPA se lanzó Hockey Fights Cancer, una campaña que trascendió el hielo y tocó los corazones de miles de personas afectadas por el cáncer.
Lo hizo no como una estrategia, sino como un acto humanitario, un compromiso visible y constante que en la temporada 2024–25 recaudó más de $8.2 millones para atención médica, programas de apoyo y tratamiento.
Ese acto visionario de la NHL marcó un antes y un después en cómo el deporte profesional se vincula con los sectores más vulnerables.
Luego que el hockey profesional marcó la pauta, otras ligas siguieron el ejemplo y lo elevaron. La NBA amplió su alcance con Basketball Without Borders en 2003, integrando a jóvenes de comunidades vulnerables en África, Asia y América Latina. La NFL, con Crucial Catch, centró esfuerzos en detección temprana del cáncer en poblaciones afroamericanas y latinas, combinando campañas visuales con clínicas médicas reales.
En Europa, la Premier League lanzó PL Kicks, enfocada en barrios marginados, mientras que LaLiga creó Genuine, una competencia oficial para futbolistas con discapacidad intelectual. Y en 2020, la WNBA dio un paso al frente con su Social Justice Council, formalizando una lucha institucional contra el racismo, la desigualdad y la violencia de género.
Cuando un jugador habla, una comunidad escucha. Desde LeBron James fundando escuelas, Maya Moore en la WNBA, los atletas han asumido el rol de embajadores sociales. En la NHL, figuras como Sidney Crosby han visitado hospitales y compartido el hielo con pacientes oncológicos.
Ver a los jugadores portar nombres de sobrevivientes. Escuchar testimonios en plena transmisión. Sentir que ese espectáculo también honra batallas reales. Esa es la verdadera victoria.
Antes de que las ligas lo institucionalizaran, hubo una voz que lo anticipó: Jim Valvano, entrenador universitario de baloncesto, que en 1993 fundó junto a ESPN The V Foundation for Cancer Research. Su discurso en los ESPYs ese mismo año, mientras enfrentaba un cáncer terminal, sigue resonando: "No te rindas. Nunca te rindas".
Esa frase se volvió la semilla de una causa que hoy ha florecido en cada cancha profesional del planeta.
El altruismo en el deporte no es moda, ni estrategia. Es herencia emocional, es acción colectiva, es identidad cultural. La NHL abrió la puerta. Las demás ligas la cruzaron. Y juntos, han demostrado que ganar campeonatos es importante… pero ganarle al olvido, al dolor y a la desigualdad, es aún más valioso.