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Isla desierta se convirtió en un refugio del coronavirus para dos ultramaratonistas españoles

Pere Aurell y Ragna Debats Pere Aurell y Ragna Debats

Pere Aurell y Ragna Debats son un matrimonio catalán que comparten la pasión por el ultramaratonismo y dentro de su planificación para el 2020 tenían presupuestado competir en una carrera de 250 kilómetros en seis días en Costa Rica, pero la crisis sanitaria, propiciada por el coronavirus, obligó a la suspensión y no pudieron regresar a España.

Pere Aurell es español y su esposa Ragna Debats es holandesa, viven en Barcelona y quizás no poseen la misma nacionalidad, pero si hay algo que también los unió, es la pasión por la aventura. Al no poder salir del territorio costarricense viajaron hasta el sur del país para encontrar un refugio y así aislarse de la pandemia, esto los llevó a una hermosa isla semidesierta ubicada en Golfito, Puntarenas.

En entrevista con ESPN, el matrimonio ultramaratonista relató cómo han hecho para sobrevivir desde el pasado 20 de marzo que llegaron a la isla, dejaron claro que están muy felices y que el deseo de ambos es mantenerse por ese sector hasta que las autoridades costarricenses den otras directrices.

“La idea fue aislarnos de la pandemia en una playa. Aquí no se llega en carro, solo en algún tipo de embarcación entonces lo alquilamos. Buscamos por toda la costa un sitio idóneo, vimos esta playa, nos enamoramos y ahora vivimos en contacto con la naturaleza. Construimos con bambús una estructura porque en las noches llueve mucho, compramos tiendas de acampar, pero no son tan aislantes. Nos fue bien y ya no nos mojamos. Para comer vamos a pescar, incluso comemos plantas que no sabíamos que se podían. Llevamos una vida simple, pero bonita”; dijo Pere Aurell.

“Nos levantamos apenas sale el sol y, en cuanto oscurece, nos acostamos. Al principio no teníamos ni agua ni electricidad, entonces teníamos que crear fuego. No hemos pedido ayuda porque es una decisión nuestra, estamos muy bien, mucha gente tica nos ha contactado ofreciéndonos casa, pero no la necesitamos. Queremos estar aislados y dar el ejemplo de que con poco se puede vivir”; añadió Debats.

Cabe destacar que ellos tienen una pequeña hija de cinco años llamada Ona, por eso gran parte de la decisión de aislarse en esa isla es para protegerla de la pandemia y dejarle como recuerdo esta experiencia que podría marcar su vida. Además, explicaron que para mantener comunicación cargan sus móviles gracias a un panel solar que les prestaron.

“Como nos gusta los retos y las cosas desafiantes queríamos cruzar por la cumbre más alta de Costa Rica, pero cerraron los parques entonces tuvimos que anularla. El destino nos trajo a esta playa, es una aventurita muy linda para nosotros. Todo el mundo hablará del coronavirus y nuestra hija contará que la vivió en una isla semidesierta, no aislada en una casa”; comentó Aurell.

“Estábamos mentalizados que la batería solo nos duraría poco entonces solo miramos los móviles dos veces al día. Tuvimos la suerte de que una persona se enteró de nosotros y nos dieron un sistema de un panel solar muy moderno”; explicó Debats.

Un ultramaratón es cualquier evento deportivo que incluye una carrera a pie de recorridos mayores a la longitud de una maratón tradicional (42,195 kms). Tanto Pere Aurell y Ragna Debats son profesionales y campeones del mundo en esta disciplina y, en lo que va del 2020, ya habían estado en Hong Kong y Argentina; les tocaba Costa Rica y después viajar a Estados Unidos.

“Somos profesionales y ambos hemos ganado copas del mundo. Ahora estamos haciendo un proyecto muy bonito que se trata de hacer una carrera en cada continente. Primero fuimos a Asia (Hong Kong, China) y saltamos a Sudamérica para subir el Aconcagua y competir en Bariloche. Llegamos a Costa Rica para hacer la ‘Volcano Ultramaraton’, se canceló por el coronavirus. Después íbamos para Estados Unidos, luego África, Europa, Nueva Zelanda y la Antártida”; indicó Aurell.

Por su parte, Debats explicó que para competir en este tipo de eventos se requiere mucha disciplina, amor, pasión y valentía, pues muchas veces deben exponerse a sacrificios que no cualquier persona podría soportar. Todo depende de los entrenamientos y de la carrera que preparen.

“Todo depende de la carrera a la que vayamos así varían los entrenamientos, por ejemplo, si es un ultramaratón se requieren más horas. La Volcano. que es en autosuficiencia, con peso encima y de 250 kilómetros en seis días, era más exigente. Normalmente, la media sería por semana, de 15 a más de 20 horas acumuladas por semana. Es cuestión de tener amor y pasión por lo que se practica”; dijo Debats.

Al finalizar la entrevista, Pere Aurell comentó que su "familia en España están muy bien y todos están encerrados en casa, a cruzar los dedos y esperar que no pase nada", mientras que la de Ragna, en Holanda, "también lo está, pero no están tan afectados" como en España.