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Alejandra Aybar derribó todas las barreras que se le presentaron camino a su medalla panamericana

La atleta paralímpica, Alejandra Aybar, hizo historia durante la sexta edición de los Juegos Parapanamericanos celebrados el año pasado en Lima, Perú, al lograr obtener la primera medalla en natación para un atleta dominicano dentro del evento.

En una entrevista exclusiva para ESPN, la atleta reveló el duro camino que tuvo que recorrer para logar su sueño de convertirse en medallista panamericana, así como los planes futuros que tiene de cara a la clasificación de los próximos Juegos Paralímpicos que serán celebrados en Tokio.

"Nací con una condición genética en los huesos por la cual nunca realicé actividad física, ya que me podía provocar daños. En diciembre del 2014 sufrí una lesión en una de mis rodillas por la que mi doctor me recomendó practicar natación ya que, de no hacerlo, mi condición física podía empeorar. Por desgracia, en el pueblo donde nací y me crié no había piscinas ni entrenadores que me permitieran hacerlo y es cuando llego a Santo Domingo que puedo inscribirme e iniciar las clases", comentó Aybar.

Entrenar dentro de la natación fue un reto para la joven atleta, quien dijo que en principio no le querían permitir inscribirse.

"Desde que me metí al agua por primera vez sentí una energía, sentía que podía moverme con más libertad, a diferencia de cuando estaba fuera del agua, pero en principio no querían dejarme inscribir porque decían que retrasaría el desarrollo de los demás. Luego de que finalmente me permitieron iniciar las clases, duré mes y medio en una esquina de la piscina, sintiéndome frustrada por ver como personas iban y venían mientras yo seguía igual", confesó la atleta.

"No dejé que eso me detuviera, me inscribí en más clases hasta que me topé con un grupo y un entrenador que no me veían como una persona con discapacidad, sino como alguien con capacidades especiales. Es entonces que alguien del Comité Paralímpico Dominicano me vio y me preguntó si deseaba competir, a lo que inmediatamente dije que sí".

A partir de ese momento la atleta empezó a trabajar de manera más intensa, tomando hasta cuatro clases semanales de hora y media cada una, entrenando con otros atletas convencionales.

"Cuando entrenaba con ellos, no veía que tenían ventajas sobre mí, sino que me fijaba en todo el camino que había recorrido para poder llegar hasta donde estaba. Empecé a ganarles a algunos y es ahí que decidimos que era hora de someterme a las correspondientes evaluaciones médicas para competir a nivel internacional".

"Indianapolis 2017 fue primera competencia internacional. Ahí quedé bien posicionada en el ranking de las Américas, por lo que la fundación del Comité Paralímpico Internacional, que promueve el deporte en países en vías de desarrollo, me invitó al mundial que sería celebrado en México. En esa competencia tenía cinco carreras, en las que avance a la final en cuatro de ellas. Recuerdo que el narrador de la competencia anunció que era la primera vez en la historia que un nadador dominicano llegaba a finales de una competencia de natación paralímpica, lo que me hizo sentir sumamente orgullosa", comentó Aybar.

Luego de esa competición, la nadadora puso sus ojos en los Juegos Parapanamericanos de Lima 2019, empezando su preparación a finales del año 2017.

"Para esa competencia clasificatoria tuve varios problemas, iniciando con que me subieron de categoría, por lo que los tiempos que me exigían eran un reto. Adicionalmente, el complejo donde entrenaba cerró por renovaciones, situación por la que me puse en contacto con quien hoy es mi entrenador, para ver si existía la posibilidad de que me permitiera ir a donde impartía sus clases".

Aybar explicó que con el cambio de entrenador también cambió su estilo de natación y comenzó a practicar en la modalidad de pecho. Anteriormente sus estilos preferidos eran libre y mariposa. La nadadora pudo hacer la transición con menos de un año de prácticas.

"Fuimos a Indianapolis, donde obtuve mi clasificación a Lima y la realidad es que, viendo el ranking, yo no me esperaba que podría alcanzar medalla, mi meta fue quedar dentro de las mejores ocho nadadoras".

"Dios tenía su plan de cómo iban a suceder las cosas, cuando estábamos en Lima, el tiempo que hice en la carrera, lo había hecho durante los entrenamientos, cosa que me dio mucha seguridad. El resultado de todo el esfuerzo valió la pena cuando obtuve la medalla de plata".

Finalmente, la atleta indicó que el próximo paso es clasificar para los Juegos de Tokio, una vez se reanuden las competencias que debieron ser canceladas por culpa de la pandemia. "El enfoque se mantiene igual", sentenció la joven nadadora, que se ha convertido en una inspiración para otros atletas en la República Dominicana.