Cuesta creer que volveremos a Tortugas y ya no nos cruzaremos con Francisco Dorignac. Aquel hombre de mirada seria y estampa casi militar. El mismo que apenas iniciada la charla no dejaba de sonreír y contar anécdotas una más cautivante que la otra.
"El partido más largo en la historia de Palermo, lo jugamos con Santa Ana. Diez chukkers contra Tortugas B, y ahora dicen que se les cansan los caballos. ¿Cuándo? En 1963, después de la final del Abierto Argentino contra Suárez, se jugaba la Copa Provincia de Buenos Aires. Eran 6 chukkers, y después de eso dos períodos más por las copas 14 de septiembre (se conmemora la fundación de la AAP en 1922) y la Canadá (hoy subsidiaria de la República) que donó la embajada de ese país. Yo jugaba con mi hermano Marcelo, Teófilo Bordeu y Luis Lalor. Podés creer que fuimos a suplementario y en el noveno chukker nadie pudo hacer un gol. Recién después de casi tres horas de partido, y que errara un penal de 60, Juan José Alberdi cerró el partido. Insólito. Disputamos 10 chukkers y hubo 3 copas en juego", contaba con pasión Dorignac.
Desde los números también se puede entender por qué Franky será recordado como uno de los mejores back de la historia. Ningún back jugó tantas finales de Palermo como él. 18 en total. 10 goles de handicap desde 1963, Olímpia de Plata en tres ocasiones como el mejor polista del año, ganador de la Copa América con Argentina en 1966 y 1969, y campeón del Abierto Argentino en tres ocasiones 1971, 1973 y 1982. Franky o el Cacique, como también lo definían sus compañeros, fue el capitán y líder del mítico Santa Ana, el equipo que potenció los triunfos de Coronel Suárez.
Su retiro fue solo como jugador del alto hándicap, y hasta convivió por un breve momento con su rol de dirigente donde tuvo tantos partidarios como detractores. "Yo ya sabía que esto se venía -comentaba Franky ante las críticas-, es parte de ser dirigente y elegir qué camino seguir; nunca lográs que todos estén de acuerdo". En tres ocasiones estuvo al frente de la Asociación Argentina de Polo (1987-1991, 2005-2009 y 2013-2017); del mismo modo que presidió el Tortugas Country Club las últimas décadas.
Nos dejó Francisco Dorignac, alguien que -como pocos- amo y vivió el polo más allá del deporte.