El triunfo en la final ante Toulon por 30 a 12 fue la frutilla del postre para Lyon en la Challenge Cup. Los dirigidos por Pierre Mignoni lograron el título de manera invicta y se consagraron por primera vez en su historia como campeones del certamen.
El debut en el torneo fue ante Gloucester, en condición de local y fue triunfo por 19 a 13. Posteriormente, llegaron las victorias ante Dragons (41 a 28) y Perpignan (37 a 6), como visitante, para acentuar su dominio en el grupo A. El cierre de la etapa de zonas encontró a Lyon con una buena victoria ante Benetton por 25 a 10, para avanzar sin problemas a los octavos de final.
En dicha instancia, el rival sería Worcester, en el Matmut Stadium. Con el apoyo de su gente, Lyon venció a los Warriors por 31 a 17 y avanzó a los cuartos de final, en donde, nuevamente como local, superó a Glasgow.
La semifinal fue el partido más parejo para el campeón. Ante un aguerrido elenco de London Wasps, Lyon sacó a relucir su temple y terminó festejando por escoso margen: 20 a 18. Diferencia suficiente, para garantizarse un lugar en la final para medir fuerzas ante otro elenco francés: Toulon.
Lo sucedido en Marsella es historia reciente y conocida. El contundente triunfo por 30 a 12 le dio a Lyon su primer título europeo y coronó de la mejor forma una gran campaña.