Los Pumas terminaron su participación en el Rugby Championship 2025 con una derrota por 29-27 ante los Springboks que dejó mucho margen para el debate. Lo mejor del rugby, en Disney+ Plan Premium.
Uno de los focos fue la decisión de Andrea Piardi, árbitro del partido, quien consideró como knock-on una jugada de Canan Moodie que podría haber sido segunda tarjeta amarilla (y expulsión) por interrumpir un ataque argentino con un intento de intercepción.
Y más allá de lo que dijeron distintas personalidades como Rassie Erasmus, Nigel Owens o Nick Mallett, las redes sociales también se expresaron a partir de una publicación de Christy Doran, periodista australiano y editor en The Roar, quien consideró que de haber sido diferente la resolución podría haber cambiado el rumbo del encuentro e, incluso, el desenlace del torneo.
"Canan Moodie es un hombre con suerte. Después de haber pasado 10 minutos afuera, el número 13 de los Springboks fue saniconado con apenas un knock-on por Andrea Piardi. Una decisión crucial. Un cambio radical en el juego. Un cambio radical en el torneo", escribió.
There is no way he could have intercepted that ball with one hand.
— Bramley1876 🏆🏆⭐️🏆⭐️🏆⭐️🏆🏆 (@Bramley1876) October 4, 2025
I have seen yellows for being given for less of an intentional knock on..
Las respuestas no tardaron en llegar y varios usuarios dejaron su opinión, mayormente acompañando la mirada de Doran. "Esta decisión fue enorme. Podría entenderlo si lo revisaran y se formaran esa opinión. No entiendo por qué no lo revisaron", agregó William Weir.
En tanto, John Huyton se mostró "totalmente de acuerdo" con lo expuesto y sumó: "¡Fue una decisión totalmente equivocada! Un punto de inflexión", mientras que Darren Sissons redactó: "Lo peor es que cada visita Puma al área de los Boks es infracción. Piardi, pobre como siempre".
El usuario @Bramley1876, por su parte, remarcó: "No había forma de que pudiera interceptar esa pelota con una mano. He visto amarillas por knock ons menos intencionales". Y Micheal O Gallchobhair completó: "Debería haber sido una segunda tarjeta amarilla, lo que equivale a una roja. Los Springboks tuvieron mucha suerte. El árbitro sabía qué jugador estaba involucrado y se guardó las tarjetas".
