Luego del cierre del Rugby Championship 2025, ya se conoce que la competencia no se llevará a cabo en 2026, por el acuerdo de la gira entre Nueva Zelanda y Sudáfrica: ante esto, continúan las críticas sobre la decisión en base al futuro del torneo. Lo mejor del rugby, en Disney+ Plan Premium.
Jake White, quien fue el head coach campeón con Sudáfrica en Francia 2007, se pronunció sobre la decisión de los All Blacks y de los Springboks, que dejarán de lado a Los Pumas y los Wallabies.
"Me gustaría hacer una advertencia. Después de leer los medios y el debate posterior, me preocupa que se esté cuestionando su propia existencia. Entiendo que la 'gran rivalidad' entre los All Blacks y los Springboks es un producto comercializable, pero no debería ser a costa de otros. Personalmente, no quiero ver cómo el Rugby Championship se disuelve. Mi advertencia es que no se modifique demasiado. El rugby debe mantener la calma. Sería una verdadera lástima que los Wallabies y Los Pumas retrocedieran justo cuando estaban empezando a ser competitivos", sentenció en una columna en RugbyPass.
A sí mismo, el integrante del Salón de la Fama de World Rugby explicó el por qué de sus declaraciones: "¿Por qué digo esto? Bueno, ahora la Currie Cup se juega sin los mejores jugadores de Sudáfrica. Podríamos tener una final de la Currie Cup en la que no haya ningún Springbok. El Super Rugby es otra competencia que ha perdido importancia y que, sin los equipos sudafricanos, simplemente no es lo mismo. No tiene la misma intensidad y nivel que en sus días de gloria tras su creación. Sin embargo, esos productos funcionaban. ¿Por qué estamos tan obsesionados con el cambio?", declaró.
Por último, White escribió una reflexión más que interesante: "Para mí, el rugby se basa en la historia y la tradición. Son sus pilares fundamentales. Tener el privilegio de ver el nombre de los Springboks grabado en un trofeo histórico, junto a los anteriores ganadores, no tiene precio. Esa sensación de logro puede verse empañada cuando se lleva a cabo una reestructuración con una nueva versión que no ha forjado un vínculo con los jugadores o los fanáticos. En un mercado fragmentado y congestionado, ya es bastante confuso para el público del rugby, que se ve bombardeado con un aluvión de información que exige su atención. Se necesita tiempo para que una competencia se afiance en la conciencia del público, y hay que tener paciencia", cerró.
