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Barbarians marcó el adiós de Fernández Lobbe y también trascendió fronteras

Deslumbraron a todos por su juego y nacieron sin techo ni sede. Corría el año 1890 y en el Leuchster Restaurant de Bradford, Inglaterra, un grupo de jugadores se juntó el 9 de abril para charlar un poco de rugby, ya que había terminado la temporada y había que esperar hasta que retome la actividad. William Percy Carpmael, que había jugado en dos clubes, propuso juntar a los mejores del momento sin ningún tipo de distinción y cumplir su sueño de difundir una buena comunidad entre todos los jugadores de rugby.

El sueño se hizo realidad el 27 de diciembre de 1890 en Friary Field ante Hartlepool. Allí, todas las cosas geniales del juego (estilo, coraje, espíritu y pasión) se resumieron en un gran plantel. Un equipo al que llamaron Barbarians que comenzó a llenar de anécdotas el mundo del rugby con resonantes victorias.

En 1891 iniciaron su segunda gira por Cardiff con una tradición que se repetiría cada temporada. En los años siguientes el equipo fue consolidándose y creando un estilo propio, resumido a la perfección en el lema que el obispo William Carey creó para ellos y que perdura hasta hoy: “El rugby es un juego para caballeros de todas las clases, pero para ningún mal deportista de cualquier clase”.

Los jugadores sobresalientes han seguido sus pasos desde entonces y como resultado de muchas actuaciones deslumbrantes, los Barbarians, también conocidos como Baa-Baas, ganaron respeto en todo el mundo y el 31 de enero de 1948 fueron invitados a jugar contra los australianos en Cardiff Arms Park en el último partido de la gira. El encuentro, que se originó para recaudar dinero ya que los Wallabies tenían problemas financieros para volver a su país, capturó la atención de millones y atrajo a una multitud de 45 mil espectadores.

El éxito de aquel enfrentamiento se convirtió en tradición para Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica, o el equipo que pase por el Reino Unido. En el último partido de la gira era una costumbre enfrentar a los Barbarians. Se vivieron jornadas gloriosas, como las victorias contra Sudáfrica en 1961, contra Nueva Zelanda en 1973, contra Australia en 1984 y 1988 y contra Sudáfrica en 1994, entre muchas otras.

Desde su fundación hasta hoy, la camiseta del equipo es negra y blanca a rayas gruesas horizontales con el escudo (las letras B.F.C. entrelazadas) a la izquierda y con el pantalón negro, conservando cada jugador las medias de su equipo. En 1895, se introdujo la corbata del club -de bandas azul oscuro y azul claro de anchura similar, con una raya blanca estrecha entre ellas- y en 1929 se estableció la chaqueta sport, azul oscuro con botones dorados con las letras B.F.C y una insignia bordada en el bolsillo con dos corderos saltando sobre una pelota de rugby.

La lista de grandes jugadores es interminable. Por los Baa-Baas pasaron nombres de la talla de Prince Obolensky, Carl Aarvold, Adrian Stoop, Cyril Holmes, David Duckham, Peter Thompson, Bleddyn Williams, Jack Matthews, Malcolm Thomas, Andy Mulligan, Jack Kyle, Cliff Morgan, Tony O'Reilly, Arthur Smith, John Spencer, Mike Gibson, Andy Irvine, Gareth Edwards, Jonathan Davies, Gavin Hastings, Jeremy Guscott, Nick Farr-Jones, Francois Pienaar, Zinzan Brooke, Joost Van der Westhuizen, Olivier Magne, Lawrence Dallaglio, Jonah Lomu, Brian Habana y Brian o´Driscoll.

Entre los argentinos que estuvieron quien más presencias tuvo es Agustín Pichot, que fue invitado en siete oportunidades. Los Pumas se midieron en tres ocasiones con Barbarians: en el Arms Park de Cardiff en 1990 perdieron 34-22; en Twickenham en 2015 ganó Argentina 49-31 y en 2018, nuevamente en Londres, ganaron los Baa-Baas 38-35. Aquella última vez, el combinado de estrellas tuvo entre sus filas a Juan Manuel Leguizamón, quien por cierto, marcó un try ante el seleccionado del que se retiró post Mundial de Japón en 2019.

Todos los jugadores argentinos que vistieron la camiseta de Barbarians fueron: Bautista Ezcurra y Santiago González Iglesias, Facundo Isa, Matías Alemanno, Ramiro Herrera, Juan Fernández Lobbe (este 28 de mayo se cumplieron dos años desde la última vez que vistió la camiseta blanca y negra y se despidió con una gran conversión), Diego Albanese, Lisandro Arbizu, Manuel Carizza, Santiago Cordero, Felipe Contepomi, Luis Criscuolo, Tomás Cubelli, Tomás de Vedia, Patricio Albacete, Matías Díaz, Genaro Fessia, Eusebio Guinazú, Juan Martín Hernández, Martín Landajo, Santiago Dellapé, Mario Ledesma, Juan Manuel Leguizamón, Nahuel Lobo, Rolando Martin, Pablo Matera, Federico Méndez, Santiago Phelan, Agustín Pichot, Horacio Agulla, Sebastián Salvat, FWC Sawyer, Eduardo Simone, Martín Scelzo, Fabio Gómez, Pedro Sporleder, Diego Domínguez, Mauricio Reggiardo, Guillermo Roan, Enrique Rodríguez, Rodrigo Roncero, Roberto Tejerizo, Joaquín Tuculet y Gonzalo Quesada.