La leyenda neozelandesa Dan Carter, quien llegó en ese último tiempo a Blues, aprovechó el sábado para seguir con su puesta a punto y jugó un partido amistoso con Southbridge, el equipo que lo formó en Canterbury.
Aún sin haber debutado en el equipo de Auckland que compite en el Super Rugby Aotearoa, el apertura dos veces campeón del mundo con los All Blacks se dio el gusto de volver a vestir la camiseta de un equipo que, por naturaleza, le es familiar.
El partido fue ante West Melton. Pero claro, todas las miradas estaban puestas en él. En el 10, quien a sus 38 años de edad jugó los 80 minutos del partido y, con su puntería habitual, le aportó 12 puntos (6 aciertos de 7 intentos en conversiones) a la victoria de Southbridge por 54-14 ante otro de los equipos de Canterbury.
Pero no sólo colaboró con su efectividad a la hora de patear, sino que también le agregó toda su calidad y experiencia que, está a la vista, siguen intactas: se mostró implacable en defensa, recuperó una pelota que tenía destino de try para el rival y, como si eso fuera poco, tuvo protagonismo en tres de las conquistas de su equipo.
Tackles, offloads, presición... De todo tuvo la vuelta del crack neozelandés a las canchas, quien se sigue preparando para hacer su debut en el Super Rugby Aotearoa, por el que espera todo Nueva Zelanda y el mundo entero.
De todas formas, a pesar de su destaca actuación, Carter dijo cómo se siente él: "Si alguien viera el partido de hoy, diría que estoy un poco oxidado. Es bueno dar el primer paso para volver a jugar potencialmente. Todavía no estoy seguro de poder jugar al nivel del Super Rugby. Dejo ese tipo de decisiones a los entrenadores".