<
>

Hurricanes le renovó contrato a dos de sus jóvenes promesas

Aumua y Umaga Jensen extendieron su vínculo con el club de Wellington.

Antes de su partido de Super Rugby Aotearoa contra los Chiefs el sábado, Hurricanes anunció este jueves que se aseguró las firmas del hooker Asafo Aumua y el centro Peter Umaga-Jensen para la próxima temporada. Dos jugadores que fueron claves en las últimas semanas para el equipo.

Aumua, de 23 años, está contratada hasta fines de 2023 para los Hurricanes y NZ Rugby y se une a sus compañeros de equipo Tyrel Lomax, Du'Plessis Kirifi y Billy Proctor durante los próximos tres años.

Asafo Aumua, quien creció en el suburbio Naenae de Lower Hutt, Nueva Zelanda, siempre fue una estrella en ciernes. Comenzó cuando lo seleccionaron para St Patrick's College Silverstream a los 15 años y luego pasó a formar parte del equipo de New Zealand Secundary School y posteriormente al seleccionado M20 donde ganó un mundial.

Desde su debut en 2018 Hurricanes contra los Crusaders, Aumua se ha consolidado como uno de los forwards más peligrosos en el Super Rugby. Aumua se mostró contento con extender el vínculo y dijo que “crecí viendo a personas como Jerry Collins, Ma’a Nonu y Tana Umaga y quería ser como ellos. Ahora puedo jugar para Hurricanes, es el sueño de chico hecho realidad".

El centro Umaga-Jensen se ganó un lugar en el equipo titular el puesto en los últimos partidos contra los Chiefs, Blues y Crusaders. En esos partidos sumó 207 minutos de tiempo de juego y el entrenador amarillo Jason Holland dice que es un proyecto para tener en cuenta en los próximos dos años: "Pete ha pasado por nuestro sistema de desarrollo y ha demostrado en las últimas semanas que está listo para ser una fuerza dominante en el Super Rugby", lo definió el coach.

Umaga –Jensen Jugó rugby para Wainuiomata desde los cinco años. Nació y creció en Wellington. Todavía recuerda a los Hurricanes de antaño y su deseo de ponerse un día la camiseta del equipo: “para mi significa un montón. Jugué en familia con esta camiseta y el solo hecho de poder ser parte de este equipo es como si fuera irreal. La familia no me perdonaría si me iba a jugar a otro lado.