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Contundencia, esa es la palabra que define el partido de los All Blacks por la segunda fecha de la Bledisloe Cup. Nueva Zelanda anotó en los momentos claves, defendió con fiereza y neutralizó los fallidos ataques de los Wallabies para quedarse con una merecida victoria por 27 a 7 en el Eden Park de Auckand. Como sugiere el marcador, fue una historia muy diferente a hace una semana cuando los equipos empataron 16-16 en Wellington. El dueño de casa fue un claro dominador en todas las facetas de juego y supo anotar puntos en los momentos claves para quebrantar las esperanzas de un rival que no estuvo fino en el manejo de la pelota. Los tries de Aaron Smith, Jordie Barrett, Ardie Savea y Sam Cane fueron los que decretaron la victoria de los All Blacks, pero sin lugar a dudas la figura del partido fue el debutante Caleb Clarke. Aunque ya había llamado la atención el partido pasado cuando ingresó desde el banco, en esta ocasión vistió la camiseta negra por primera vez de titular y ¡la rompió!. Un nombre que seguramente dará mucho para hablar de ahora en más y que las más de 46 mil personas que dijeron presente en el Eden Park aplaudieron de pie. Por el lado de los Wallabies, Marika Koroibete marcó la única conquista (después de 12 fases de juego) que fue convertida por James O'Connor. Con este resultado Nueva Zelanda sigue invicta en Eden Park desde 1994, mientras que Australia no ha ganado allí desde 1986.
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