Jones está preparando a su equipo de Inglaterra para la final de la Copa de Naciones de Otoño del domingo contra Francia en Twickenham después de las victorias contra Georgia , Irlanda y Gales.
La desilusión ha crecido por la falta de ambición que se ha extendido por el juego desde una exitosa Copa del Mundo de 2019, con la defensa, el balón parado y las patadas dominando los partidos a expensas del entretenimiento.
Incluso el excapitán de Inglaterra Dylan Hartley admitió que el énfasis en cerrar a los oponentes había sido "aburrido" y hay una frustración perceptible entre los jugadores de todas las naciones de que se ha vuelto más rentable jugar sin la pelota.
“Nos gustaría dominar Francia y cómo lo hagamos dependerá de qué tipo de juego sea. No podemos controlar eso ”, dijo. “Solo mirando al rugby en este momento, ciertamente es un juego duro y físico. Un verdadero juego para los puristas del momento.
“Me recuerda a la Copa del Mundo de 2007, donde las defensas eran bastante dominantes y las patadas eran una de las principales formas de salir adelante en el juego.
“Pasamos por estos períodos en el juego. El siguiente ciclo es siempre de ataque, así que disfrutemos del ciclo defensivo que tenemos en este momento y esperemos con ansias el ciclo de ataque cuando llegue.
“Cuando eso sucede siempre depende de las leyes: cuando tenemos un balón rápido, podemos jugar con algo de espacio y algo de tiempo.
“Todo el mundo se está saliendo de la línea y el tiempo y el espacio son un bien escaso. A menos que seamos capaces de conseguir un balón rápido, es muy difícil jugar con fluidez ”.
