Exeter Chiefs se llevó una espectacular victoria contra Sale Sharks por 40-30 y se quedó con el último pase para la final de la Premiership. Le tocará luchar ante Harlequins, que ganó un partido inolvidable ante Bristol.
Exeter arrancó a toda marcha con una conquista de Luke Cowan-Dickie a menos de cinco minutos del inicio. Sale no mantuvo la posesión de la pelota en la mayor parte de la primera mitad. Chiefs comenzó con presión sobre su territorio y no dejó avanzar a Sharks. En menos de diez minutos, los locales se colocaron 12-0, con un try de Tom O’Flaherty. El conjunto dirigido por Paul Deacon defendió tackleando sin parar hasta mitad del primer tiempo.
Sin embargo, el penal de Robert du Preez cambió el estado anímico del equipo. Poco después apareció Rohan Janse van Rensburg y elevó la ilusión de los visitantes, que muy pronto se desvaneció por la conquista de Jack Nowell y los errores empezaron a aparecer en Sale. Exeter pudo tener un buen equilibro en el primera mitad y se fue al descanso 22-13.
El conjunto de Deacon despertó en la etapa complementaria con un nuevo try de van Rensburg y aspiraba con acercarse hasta que Nowell duplicó su conquista, tapandole a Sale cualquier tipo de deseo en dar vuelta la semifinal. El tiempo pasó y Sale no encontró un salvavidas sino una pesadilla más que tuvo como responsable a Alex Cuthbert.
Cerca del final, Daniel du Preez dejó a diez puntos de diferencia ante Chiefs. El equipo tuvo una mezcla de desesperación y esperanza para, por lo menos, igualar esta historia. A pesar de la fuerza y voluntad que demostró, Joe Simmonds colocó un penal a tres minutos del final y sentenció el partido y la ilusión de Sharks, para que Exeter se meta nuevamente en una final de la Premiership.