Francia pisó fuerte en Melbourne y derrotó en un partido para el infarto a Australia. El equipo europeo se impuso 28-26 como visitante y rompió un maleficio de 31 años: no le ganaba a los Wallabies fuera de casa desde junio de 1990.
El partido fue de ida y vuelta. Los de Galthié tuvieron una pieza fundamental en Melvyn Jaminet, quien estuvo intratable a la hora de patear a los palos, y fueron determinantes al momento de definir. Concretaron la más clara que tuvieron en el primer tiempo mediante Damian Penaud y sacaron una considerable ventaja.
Sin embargo, el equipo local no se dio por vencido y mostró momentos de gran rugby. Le anularon dos tries en la etapa inicial, pero llegando al cierre de la misma pudo finalmente vencer la oposición de su rival a través de Jake Gordon para irse al descanso 16-18 en un encuentro más que abierto.
La fricción siguió presente en los segundos 40 minutos. Europeos y oceánicos mostraron constantes ganas y hambre de victoria y el cruce estuvo al rojo vivo. Australia consiguió dar vuelta las cosas casi al final del partido por intermedio de su capitán, Michael Hooper. Sin embargo, Jaminet, la gran figura, volvió a acertar una patada y le dio el tan ansiado triunfo a Francia a 120 segundos de finalizar el encuentro. Así, el conjunto galo volvió a imponerse ante los Wallabies como visitante luego de 31 años.