<
>

Nueva Zelanda y un proceso que dio su fruto con la medalla de Oro en Tokio 2020

Nueva Zelanda se quedó con la medalla de Oro en los juegos Olímpicos de Tokio 2020 y coronó un ciclo que había comenzado tras la frustración de la final perdida en Río 2016 ante Australia.

Fue un proceso largo con emociones variadas para las chicas neozelandesas durante estos cinco años. Tras el tropezón ante Australia (17-24) en la final de Río 2016 fue el punto de partida para un camino que terminó de la mejor manera, con el triunfo frente a Francia en la final de Tokio 2020.

Nueva Zelanda finalizó en lo más alto de la tabla de posiciones en los Circuitos mundiales de mujeres en 2017, 2019 y 2020. A su vez, desde Río 2016, hasta la actualidad, las Black Ferns 7s se quedaron con 16 de las 22 etapas disputadas, ganando en 2020, todos los certámenes, con excepción del torneo de Glandale. A su vez, entre abril de 2018 y abril de 2019, las neozelandesas tuvieron una racha de 38 partidos sin conocer la derrota.

Ya instaladas en Tokio 2020, las dirigidas por Allan Bunting tuvieron un andar sin sobresaltos hasta las semifinales. Con triunfos ante Kenia (29 a 7), Gran Bretaña (26 a 21) y el Comité Olímpico Ruso (33 a 0), Nueva Zelanda volvió a verse las caras con el elenco ruso en cuartos de final para vencerlo por 36 a 0.

La historia en semifinales sería distinta. Ante un elenco de Fiji muy afilado, las campeonas olímpicas debieron redoblar esfuerzos y en un partido que se definió en tiempo extra, accedieron a la final gracias al try de Gayle Broughton (22 a 17).

Lo sucedido en la final ante Francia ya es historia conocida. El triunfo por 26 a 12 marcó el cierre de un ciclo perfecto para las chicas neozelandesas, quienes completaron un proceso de cuatro años obteniendo no solo la revancha que vinieron a buscar a Tokio 2020, si no a su vez, darle la primera medalla dorada al rugby de su país en la historia de los Juegos Olímpicos.