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Los All Blacks vencieron a los Springboks y se llevaron el partido número 100 y el título

Los All Blacks tuvieron una noche en sueño en Townsville y se consagraron en el Rugby Championship por séptima vez y se llevaron el partido número 100 ante Sudáfrica. Nueva Zelanda derrotó por 19-17 a los Springboks que habían sido los últimos campeones de este certamen en 2019.

Además de haber sido un partido importante para los All Blacks, lamentablemente, tuvieron que hacer un minuto de silencio por el fallecimiento de Waka Nathan. Él vistió la camiseta de Nueva Zelanda entre 1962 y 1967, con 14 caps disputados y ganados de manera consecutiva.

En el inicio de la batalla, los All Blacks no dieron tregua y en dos minutos de partido, Will Jordan apoyó el primer try del encuentro y décimo segundo en nueve encuentros. Codie Taylor logró romper la línea de defensa, luego tomó la marca y dejó libre al back para que corriese, solitario, hasta el ingoal.

A pesar de haber dado el primer golpe, George Bridge cometió un grave error al intentar recibir un kick de Faf de Klerk en la línea de cinco metros, pero el cálculo falló y Sbu Nkosi tomó el regalo para dejar en evidencia al wing neozelandés.

Sudáfrica comenzó a generar presión sobre los All Blacks. La defensa visitante se volvió fuerte y los rucks fueron una odisea de penales para Nueva Zelanda.

Además, los hombres de negro no encontraban la dinámica de juego como en las anteriores jornadas. En menos de cinco minutos, habían cometido tres penales. Con un primer tiempo tenue sin momentos destacados, el seleccionado neozelandés se fue al descanso por 13-11.

En el complemento, ninuno de los dos arrancó con una idea de juego visible. Los kicks fueron uno de los elementos principales utilizado en el partido, en especial por el medio scrum sudafricano. Sin embargo, con el pasar de los minutos, la ansiedad y desesperación de los Springboks apareció por la falta de try ante la inminente conquista neozelandesa. Los All Blacks, de a poco, tomaron la posesión del encuentro número 100 ante Sudáfrica aunque la conquista se hizo desear y nunca llegó.

No hubo oportunidad para que Sudáfrica remontara el resultado final. A pesar de no haber sido el mejor partido de los All Blacks, para sentenciar un nuevo campeonato, Jordie Barrett metió una patada quirúrgica al lado del palo izquierdo a tres minutos del final.

De esta manera, el equipo capitaneado por Ardie Savea se llevó por séptima vez en la historia el Rugby Championship. De igual manera, los campeones del mundo tendrán revancha la semana que viene para, al menos, intentar derrotar al equipo consagrado del certamen más importante del hemisferio sur.

Acá la síntesis de la victoria de Nueva Zelanda.