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Luis Suárez, en Primera Persona: las carencias en su infancia, su familia, los Mundiales con Uruguay y sus ídolos

El delantero de Nacional, máximo goleador de la Selección Uruguaya, tuvo un mano a mano imperdible con Sebastián Vignolo. ESPN.com

El delantero Luis Suárez, máximo goleador histórico de la Selección Uruguaya, conversó con El Pollo Sebastián Vignolo en uno de los Especiales STAR+ Qatar sobre diferentes aspectos de su vida en la previa a la disputa de la Copa del Mundo Qatar 2022, su cuarto mundial con la Celeste.

Recibiendo al periodista argentino en su Complejo Deportivo en el Departamento de Canelones, y dejando planteado el desafío de enfrentarse en un partido de fútbol 5, el actual delantero de Nacional recordó las dificultades que vivió en su infancia, habló sobre sus hijos, valoró cómo su esposa Sofía significó un cambio fundamental en su vida, repasó los Mundiales que ya jugó y reconoció quiénes fueron sus máximos ídolos.

A continuación, las mejores frases del exatacante del Groningen, Ajax, Liverpool, Barcelona y Atlético Madrid en la entrevista que está disponible en STAR+:

LAS CARENCIAS EN SU INFANCIA
“De niño me faltaba mucho, para comer, para comprar los útiles escolares, pero con el trabajo de mi madre que limpiaba baños en un shopping vivíamos el día a día”.

“Otras de las cosas que hacíamos era que yo juntaba tarjetas de teléfono. Entre los nueve y doce años caminaba calles como 18 de julio o Fernández Crespo recorriendo las cabinas de teléfono público, agarraba las tarjetas que había y un señor en el shopping me las compraba”.

“Tenía sólo un par de championes, que los usaba para ir a la escuela, para entrenar, para jugar. Son las carencias y malos momentos que viví los que me hacen valorar mucho más las cosas, intentando enseñarle a mis hijos que también soy así por la rebeldía que tuve de chico de salir adelante y no bajar los brazos”.

“Yo entrenaba a las ocho de la noche en lo que era el Cilindro, pero no tenía plata para el ómnibus. Entonces tenía que ir dos horas antes así iba con la túnica de la escuela y no pagaba boleto. Había compañeros que sabían de eso e iban antes para hacerme el aguante, el Bocha Cardaccio por ejemplo”.

LA ENSEÑANZA A SUS HIJOS Y LA IMPORTANCIA DE SU ESPOSA SOFÍA
“Por todo eso que pasé en mi niñez valoro tanto las cosas que tengo hoy e intento hacerle saber a mi familia todos los momentos complicados, y porque uno tenga ciertas cosas hoy en día no significa que haya que derrochar porque sí. Que mis hijos sepan valorar que fue difícil llegar; les digo que tienen suerte de tener comida, que yo me las ingeniaba para poder comer”.

“Con 14 o 15 años era suplente en Nacional, tenía condiciones pero no me cuidaba, y a veces iba sin dormir. En sexta me querían echar de Nacional, y el delegado Wilson Pírez pidió que me dieran una última oportunidad, y me dijeron que si no cambiaba me iba”.

“Nunca tuve gente que me aconsejara desde chiquito y por eso también la pasé mal. Y empiezo un poquito a jugar, y luego conozco a Sofía y empecé a cambiar, a jugar, a hacer goles. Ella fue un cambio muy grande, me obligó a estudiar; antes no estudiaba o lo dejaba y mis padres no se preocupaban, les daba igual si estudiaba o no. Y ahí cambió mi mentalidad, me cuidaba”.

“Yo la había conocido por intermedio de un amigo, la hermana de ella era pareja de un amigo. Nos conocimos un 4 de octubre, el seis la vuelvo a ver y le pedí arreglo y me dijo que sí el ocho; por eso nosotros contamos que empezamos de novios el ocho de octubre”.

LOS MUNDIALES CON URUGUAY
Sudáfrica 2010: “Habíamos sido el último en clasificar y nos tocó el peor grupo con Francia, Sudáfrica y México, la teníamos jodida. Pero Francia estaba medio en un quilombo y empatamos, luego le ganamos a Sudáfrica y en la última fecha era ganarle a México para no cruzarte en octavos con Argentina, no te querés cruzar nunca con Argentina. Fue un mundial soñado por todas las circunstancias, después vinieron los partidos ante Corea del Sur y Ghana, y luego perdimos en semifinales ante Holanda, ese partido no lo pudimos jugar Diego Lugano, Jorge Fucile, Nico Lodeiro ni yo”.

Brasil 2014: “A ese Mundial clasificamos bien, llegamos cómodos, pero me lesioné y no llegué al primer partido contra Costa Rica. Luego le ganamos a Inglaterra y ante Italia me mando la cagada con Chiellini donde quise asumir una responsabilidad que no me pertenecía, y luego defraudar a mis compañeros y al país golpeó a la interna, si no me hubiera mandado esa cagada hubiéramos llegado lejos”.

Rusia 2018: “Quedamos afuera contra el campeón, Francia, por detalles. También se nos había lesionado Edi Cavani, que venía de un buen momento, nos quedó esa sensación de que podríamos haber llegado más lejos”.

Qatar 2022: “Esperemos poder estar hablando de que lleguen Argentina y Uruguay a una final para poder disfrutar, sería lindo para Sudamérica”.

SUS ÍDOLOS
“Cuando tenía nueve años en el Urreta me preguntaron qué me gustaría hacer de grande y dije ‘jugar en Nacional y ser como Enzo Francescoli’. Francescoli era un ídolo, había ganado la Copa América ‘95 con Uruguay y hacía goles de todos los colores en River”.

“Y como número nueve adoraba al Bati, sus movimientos, le pegaba de todos lados. Aprendí mucho de Batistuta, a quien miraba cuando jugaba en Fiorentina, Roma y también en la Selección de Argentina. Me encantaba como jugador, también su forma de ser”.

“También me gustaba ver a San Lorenzo de Argentina, era una época espectacular del fútbol argentino. En San Lorenzo vi al Pampa Biaggio, Paulo Silas, el Loco Abreu, Acosta, Gorosito. Me gustaba esa época de San Lorenzo, y si me preguntan un cuadro de Argentina digo San Lorenzo”.

SU PRESENTE EN NACIONAL
“Estoy muy feliz y disfrutando, cada paso que uno da es difícil. Cuando decidí volver a Uruguay le dije al presidente del club José Fuentes que yo asumía la responsabilidad de venir a Nacional; no era fácil por la competencia, el nivel de fútbol y las carencias que tienen las canchas, pero asumí esa responsabilidad porque la competencia la tengo que tener yo mismo y también porque era un paso para que el fútbol uruguayo crezca”.

“Es hora de modificar todas esas carencias que se ven en el fútbol uruguayo. Se comentaba que Radamel Falcao García o Diego Costa podían venir, pero para traer jugadores de esa calidad se te complica cuando les mostrás dónde jugamos y dónde entrenamos. Yo juego feliz porque nací acá”.