<
>

Forlán y la Europa League del Atlético en 2010: "Haber comenzado esa senda ganadora nuevamente fue algo espectacular"

En el ciclo “En Primera Persona” de ESPN, Diego Forlán repasó junto a Miguel Simón y Diego Muñoz la final de UEFA Europa League 2010, en la que levantó el título con el Atlético ante Fulham.

Forlán contó que era “bastante tranquilo” como futbolista, y que en el calentamiento previo sentía algo de nerviosismo lógico, pero que el día de esa final se sentía muy bien físicamente y eso influyó en su confianza. A su vez, era su primera gran final siendo figura de un equipo, porque había disputado algunas con Manchester United, pero esta, comentó, era la más especial hasta ese punto de su carrera.

Sobre el rival, Forlán dijo que el entrenador, Quique Sánchez Flores, les dijo que tenían que tener mucho cuidado porque tenían jugadores muy destacados, como el goleador Bobby Zamora o Simon Davies. De todas maneras, sabían que las miradas iban a estar sobre el equipo madrileño. “Quieras o no, éramos el equipo más importante de la final; por más que llevábamos una sequía de mucho tiempo sin ganar torneos europeos, la obligación era más nuestra. Si el equipo contrario sabe manejar eso, te puede pasar la presión y si no estás en los mejores días, se te puede complicar”, comentó.

Ya con la pelota en juego, Forlán dijo que se sintió muy cómodo a lo largo del partido. “Las primeras que tuve fueron buenas intervenciones entonces fui agarrando esa sensación de los días previos y del calentamiento, lo iba confirmando e iba agarrando más confianza. Me sentí muy cómodo, y si al poco tiempo hacés el gol, todo te viene mejor”, señaló el actual entrenador de Peñarol.

Su primer gol, y el primero del partido, llegó a los 31’ de la primera parte. “Fue una buena jugada de José (Antonio Reyes), que termina viendo a Simao del otro lado, toca rápido para el ‘Kun’ y cuando veo que le queda de esa manera, veo que hay tres opciones: o le pega bien y es gol; o le pega bien, llega el arquero, da rebote y yo trato de ganarla; o la otra, como se dio, estar cerca del camino por si le llega a pegar desviado. Me quedó mejor imposible porque no tuve ni que controlarla, solo preocuparme por cambiar la dirección de la pelota para jugarle a contrapié al arquero Schwarzer”, explicó.

La jugada es muy fina en cuanto a la posibilidad de que se pitara posición adelantada. Al respecto, Forlán contó que “no era de caer mucho en offside” por su juego. “Siempre me movía mucho sin pelota. Desde muy chico, con mi viejo, siempre trabajamos mucho los movimientos tácticos, y lo que tiene que hacer el jugador. Para mí es muy importante aquel que no tiene la pelota porque es el que le marca al que tiene el balón las soluciones, el apoyo, dar una mano, salir a jugar y sacarle las marcas. Siempre trataba de estar, y una de las cosas que me gustaba era leer la jugada antes: obligar a mi compañero a tirármela, no esperar a que me la tire sino yo marcar que la quiero acá, no que él diga que me la va a tirar y yo tener que esperar e intuir a dónde va a ir, que es mucho más difícil”, detalló.

Sobre los 36’ llegó el empate del Fulham por medio de Davies y el partido se complicaba. Las eliminatorias que tuvo que superar el Atlético para llegar a la final habían sido todas muy parejas: Galatasaray, Sporting de Portugal, Valencia y Liverpool. Forlán contó que el estilo del equipo “era similar a lo que se daba con la selección”, ya que le daban espacios a la dupla ofensiva y ellos se sentían muy cómodos, en este caso, con Sergio Agüero. “El equipo salía rápido, teníamos jugadores veloces que nos asistían bien y nos venía al pie esa forma de jugar”, indicó.

La final se fue al descanso y fue Forlán quien tomó la palabra en el vestuario, aunque reconoció que no era algo que hiciera siempre. “Hablé para todo el equipo de que era nuestro momento de jugar, que habíamos hecho todo para estar donde estábamos jugando una final, y que no era el hecho de jugarla, sino que había que ganarla. Estábamos ahí y nos quedaba poco, y no había que arrepentirnos. Sentía que estábamos bien y el grupo estaba bien”, recordó el exdelantero.

El segundo tiempo comenzó con Fulham buscando más el arco rival y llegando a incomodar al colchonero en ocasiones. Forlán señaló que sintió alivio cuando el DT del equipo inglés sacó de la cancha a Zamora porque “no era un tipo dotado con la pelota, pero era molesto, y en una final que se pueden empezar a cerrar, con un centro o aguantando la pelota, podía generar mucho peligro”.

Cuando se acercaba el final de los 90, el excapitán de la selección fue claro: “no quería llegar a los penales”. El talentoso atacante sentía que su equipo había sido superior y la lotería de los penales no parecía el final más justo. Ya en el tiempo extra, Forlán contó que seguía sintiéndose bien en cuanto al físico, y que lo único que quería era volver a la cancha a seguir jugando. El partido se escurría y sobre el minuto 110 tuvo una chance que tiró muy por arriba. Allí, creyó que iba a ser muy difícil tener otra para liquidar el juego.

Sin embargo, a los 116, Agüero corrió una pelota a la que parecía que no llegaba, esperó a que Forlán llegara al área y se la puso en el pie para que el uruguayo definiera con un toque al segundo palo, consiguiendo el ansiado gol del triunfo. “Este es uno de los partidos que uno sueña”, contó e indicó que había sido, hasta ese punto de su carrera, su gol más importante. Los últimos minutos de la final pasaron lentamente para Forlán, hasta que a los 121, el árbitro finalizó el partido y desató el festejo del Atlético. Aunque el uruguayo no estalló de la misma forma que sus compañeros.

“Hasta hoy se me eriza la piel. No soy mucho de festejar. Tengo la sensación del deber cumplido, lo hice y siento una felicidad enorme, pero no soy demostrativo. Soy más crítico conmigo mismo y me doy más palo cuando no me va bien que cuando se da este tipo de victorias. Disfruto mucho de verlos a todos como festejan. Antes de saludar a mis compañeros, fui a saludar a los rivales y al técnico, que los conocía de haber jugado en Inglaterra”, narró. A su vez, contó que hoy en día le da más importancia que en el momento, cuando su foco estaba en ganar más cosas. “No quedarme en eso para no relajarme, sino decir ‘esto sigue’ y ganar más títulos. Sabía que no era fácil, pero era para no quedarme con lo que había logrado”, explicó.

Repasando los festejos junto a la hinchada y los compañeros, lo definió como “un momento espectacular”. “Era cambiar la pisada de lo que estaba viviendo el club en esos años, y haber comenzado esa senda ganadora nuevamente era algo espectacular”, agregó.