Unos días más tarde, cayó en primera ronda del torneo de Viña del Mar ante Gastón Gaudio y durante todo el partido mostró signos de dolor en su rodilla, lo cual pareció por fin convencer a sus críticos.

Ahora, Massú llega a la Copa AT&T para tratar de revalidar el título que ganara aquí el año pasado, cuando derrotó en la final al argentino Agustín Calleri, en un partido que parecía irremediablemente perdido.

Pero sabe que no será fácil. Porque todavía no está plenamente recuperado de la lesión. Sin embargo, una vez más, Massú no se desvela. Ni siquiera porque las vueltas de la vida (o las de la bolilla del sorteo realizado por David Nalbandián) le pusieron frente a él en primera vuelta justamente a Calleri, quien querrá a toda costa tomarse desquite de la derrota del año pasado.

¿Por qué crees que algunos no te creyeron que estabas lesionado para la serie con Ecuador?
No lo sé. Simplemente, puedo decir que me molestó que hablaran demás. Todos saben que soy yo siempre el que quiero jugar los tres puntos en la Copa Davis. Fue a mí al que más le dolió no estar en Quito. Pero yo conozco mi cuerpo más que nadie y sabía que no estaba como para jugar.

Entonces, no tenés demasiadas expectativas para defender el título...
Uno siempre tiene la expectativa de ganar. Este año ni siquiera estoy sembrado y estuve casi cuatro meses sin jugar, por lo cual podría pensar que no me va a ir bien. Pero capaz me suelto, juego un tenis increíble y lo vuelvo a ganar...Hace un año atrás estaba con mucha confianza, venía de hacer semifinales en Viña del Mar. Ahora estoy en otro momento. Pero sé que ganando algunos partidos voy a recuperar la confianza.

¿Este tipo de lesiones te afecta mucho en el aspecto anímico?
Y... te desalienta no estar bien, o no sentir la pelota como el año pasado. Pero, por otro lado, uno tiene ganas de jugar para sacar las cosas adelante y para no caer en el ranking. Eso es algo personal, de cada jugador, a algunos los afecta más que a otros. Yo sé que si estoy bien no tendría que caer al puesto 100 (NdeR: actualmente, ocupa el puesto 67 del entry system de la ATP), y el estar mejor en el ranking me da un impulso.

Al mismo tiempo, ¿cómo asimilás la presión de tener que defender un título?
El torneo 2002 ya lo gané. Eso fue un sueño, algo inolvidable, pero ya pasó. Ahora sólo pienso en ganarle a Agustín (Calleri). Para él quizás sea una revancha, pero para mí, no. Sólo pienso en salir y jugar lo mejor posible, y el que lo haga mejor ganará.

¿Cómo ha sido hasta ahora el trabajo con tu nuevo entrenador, el argentino Gabriel Markus?
Ha sido bueno. Aunque no he trabajado mucho por mi lesión, recién empecé en diciembre. Al principio uno se siente un poco raro porque no conoce a la otra persona, pero sé que Gabriel es un gran coach, joven y muy trabajador. Entonces, lo que espero es que me vaya bien. Estoy muy contento.