La polémica continúa y parece no tener fin. Un mes atrás, Wimbledon anunció la prohibición de tenistas de Rusia y Bielorrusia en su competencia, por la invasión a Ucrania. Luego, llegaron las desaprobaciones de la ATP y WTA. Como última medida, las asociaciones del tenis masculino y femenino decidieron, en conjunto, que el Major británico no otorgue puntos para el ranking, con el objetivo de no perjudicar a los tenistas de los países mencionados que no pueden participar.
Más recientemente, también se analiza la posibilidad de reducir los premios para los jugadores. El italiano Fabio Fognini, N° 51 del ranking, ganó en su debut en Roland Garros (en tres parciales ante el australiano Alexei Popyrin) y, fiel a su estilo, no se quiso quedar callado sobre el tema del momento: “Se rumorea y he oído, además, que es posible que reduzcan el prize money. Si esto sucede, teniendo en cuenta que no me llevo demasiado bien con césped, en esas dos semanas podré llevar a mi familia a Formentera (una isla española)".
El británico Cameron Norrie, N°11, tampoco está de acuerdo con la decisión y opina que muchos jugadores no dirán presente: "Wimbledon sigue siendo un evento especial, pero creo que habrá muchas bajas. Especialmente aquellos que no se preocupan demasiado por el dinero".
La expectativa sigue latente. Cada vez falta menos para que comience Wimbledon (27 de junio – 10 de julio). Sin embargo, todavía es pronto para saber que sucederá con el torneo de mayor tradición. Hay una certeza: este torneo quedará en la historia como uno de los más polémicos en la historia del tenis.
Así las cosas, la situación no es positiva para el mítico Grand Slam de Londres. Si no hay vuelta atrás al veto, será un torneo particular, con bajas y movidas de todo tipo...