Nick Kyrgios salvó una dura prueba de fuego en los octavos de final del ATP 500 de Tokio tras derrotar al polaco Kamil Majchrzak por 3-6, 6-2 y 6-2 en una hora y 23 minutos de juego.
La solidez y enorme eficacia al servicio fueron clave para llevarse el partido y avanzar a los cuartos de final. Sin embargo, eso no fue lo más destacado del día para el australiano sino que se constituye como uno de los jugadores más "confiables" del circuito. ¿Cómo es eso? Kyrgios no perdió un solo partido de primera ronda en todo el año.
Por ejemplo, no pueden decir lo mismo tres nombres ilustres como Carlos Alcaraz (esta semana en Astana), Novak Djokovic (Monte-Carlo) y Rafael Nadal (Cincinnati), lo que pone de manifiesto cómo se está tomando esta temporada el aussie.