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Jennifer Brady, dueña de una derecha altamente efectiva que la llevó a obtener grandes resultados en prestigiosos torneos, vio su ascenso frenado por una lesión de pie que la apartó del máximo nivel en agosto de 2021. Un año y siete meses después, la estadounidense reapareció con una noticia que ilusiona a la afición: su posible regreso a la competencia en Roland Garros. La reanudación del calendario luego de la pandemia bañó de cambios la gira femenina con caras que, hasta ese momento, no habían dado campanadas resonantes. Uno de esos casos lo protagonizó Jennifer Brady. En el US Open 2020 sorprendió a todos cuando se metió por primera vez en su carrera en la semifinales de un Grand Slam. Hasta ese momento, lo mejor que había hecho la nacida en Pensilvania eran octavos de final en el Australian Open y US Open 2017. Nada de casualidad había esos antecedentes porque meses después de la actuación en Nueva York se presentó en Melbourne y celebró estreno en una definición Major antes de caer con la múltiple campeona de Grand Slam, Naomi Osaka. Sin embargo, cuando todo marchaba en dirección hacia su posicionamiento dentro del Top 10, las lesiones comenzaron a complicarle el presente. En 2021, luego de aquella celebración australiana, apareció una molestia en el pie que, con el correr de los torneos, se transformó en un problema mayor. En tres de sus últimas cuatro apariciones en la gira tuvo que retirarse de los partidos debido a ese problema. La decisión de apartarse y comenzar el trabajo de rehabilitación llegó en Cincinnati cuando se despidió con un 7-6 (2), 4-5 del encuentro ante Jelena Ostapenko. Un año y siete meses después, en diálogo con Rennae Stubbs en Sports Talk, anunció que su idea es regresar dentro de la gira europea sobre polvo de ladrillo, específicamente en Roland Garros (28 de mayo al 11 de junio) y que, pese a que no está al 100%, se encuentra mucho mejor de lo que estaba a esta altura el año pasado.
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