La vigencia de Petra Kvitova puede verse plasmada en el WTA 1000 de Miami, en donde se metió en la final tras vencer a Sorana Cirstea y sigue dando muestras de buen tenis a sus 33 años. Y justamente su edad es la que la incluye en una curiosa estadística.
La tenista checa se convirtió en la tercera jugadora en llegar a la final del Miami Open después de cumplir 33 años, algo que solo habían logrado dos estadounidenses, Chris Evert (1988 y 1989) y Serena Williams (2015). Esto sin dudas refleja la vigencia y la longevidad de la actual N°12 del ranking WTA.
Kvitova superó a Cirstea por 7-5 y 6-4 para meterse por primera vez en su carrera en la defición del título de este torneo. A más de una década de su mejor actuación en el circuito, ya que en 2011 fue la N°2 del mundo, vuelve a dar muestras de su talento.
En la definición se verá la cara con, muy posiblemente, la mejor jugadora en lo que va de este 2023, como lo es Elena Rybakina (7°), quien dejó en el camino a Jessica Pegula (3°) por 7-6 (4) y 6-4. La kazaja buscará el título, que la dejaría como líder WTA en la race y le daría el Sunshine Double (viene de ganar Indian Wells).
Previamente a este certamen, la zurda y ofensiva checa había alcanzado los cuartos de final en Indian Wells, lo que fue la primera competencia 1000 de la actual temporada.
Dentro de los 29 trofeos que ostenta a lo largo de su carrera, el último que obtuvo fue el año pasado en Eastbourne. Consagrarse aquí representaría una buena oportunidad para poner su nombre en lo más alto de un W1000. En cuanto a Grand Slam, el único que ganó en su trayectoria fue Wimbledon, en 2011 y 2014. Y sobre canchas duras llegó a la final del Abierto de Australia en 2019.