Muchas veces el término "lucky loser" puede sonar desacertado, aunque seguramente no sea así para el alemán Diego Dedura-Palomero (549°), que este martes vivió una jornada que jamás olvidará al derrotar 7-6 (2), 3-0 y retiro al canadiense Denis Shapovalov (29°) en su estreno en el ATP 500 de Múnich.
Nacido en Berlín pero con ascendencia chilena por su padre y lituana por su madre, el juvenil zurdo, de solo 17 años e invitado por la organización, quien había recibido un guiño del destino al caer en segunda fase de la etapa clasificatoria e ingresar a último momento por la baja del francés Gael Monfils (43°), grabó su nombre en la historia del tenis al transformarse en el primer jugador nacido en el 2008 en ganar un partido en el máximo nivel.
No obstante, el dueño de 10 títulos en el circuito ITF, siete en singles y tres en dobles, llamaría la atención del mundo entero a través su llamativa celebración sobre el polvo de ladrillo alemán, donde gritaría y gesticularía efusivamente hacia los cuatro laterales del estadio central para después comenzar su ritual, marcando una cruz con su pie derecho desde el comienzo de la "T" hasta el fondo de la cancha y desplomarse en el centro con los brazos y piernas extendidas.
¡EL FESTEJO DEL DÍA! 🤯
— ESPN Tenis (@ESPNtenis) April 15, 2025
🇩🇪 Dedura-Palomero, de 17 años, consiguió su primer triunfo ATP en #Múnich con un 7-6 (2), 3-0 y retiro de 🇨🇦 Shapovalov. ¿Qué opinan? 👀 pic.twitter.com/8HSsLr09Kx
"Soy bastante religioso y creo que Dios me ayudó un poco a conseguir la victoria hoy. Recé durante cinco minutos antes del partido y después llevé toda la fuerza conmigo dentro de la cancha. Después del partido era solo pura gratitud", manifestaría el fanático del español Rafael Nadal en conferencia de prensa, despejando las dudas en relación a su sorpresivo protocolo.
Posteriormente, el nuevo número 376° del ranking masculino, el cual emuló a Novak Djokovic, Alexander Zverev, Jannik Sinner y Carlos Alcaraz, entre otros, al estrenar la planilla de éxitos de su categoría, expresó: "No puedo expresarlo con palabras ahora mismo, estoy tan feliz. Por fuera estás tranquilo y todo, pero por dentro es una tormenta. Le das vueltas en la cabeza. ¿Qué pasa si ganas? Con el público y todo lo demás, ¿qué pasará a tu alrededor?".
“Estuve luchando todos estos años y, por fin, había conseguido la invitación para la fase previa. Gané contra McDonald, que es Top 100, y luego perdí contra Bublik. Tuve mala suerte porque tres lucky losers entraron y yo fui el cuarto. Estuve esperando todo el lunes y entonces Monfils se retiró. Me abrazó y fue muy amable. Entré y me dije: ‘Simplemente, diviértete, siéntete con el público y juega tu mejor tenis’", concluyó Dedura-Palomero, que irá por otro batacazo frente al belga Zizou Bergs (50°).
Toda la actividad del ATP 500 de Múnich se puede seguir en vivo y en directo por Disney+.