El paso del tiempo es inexorable para todos. Y ni hablar para los deportistas de alto rendimiento, cuyas virtudes se van apagando con el correr de los años. Si bien la cabeza puede seguir funcionando al tope, el físico muchas veces no acompaña a la misma velocidad. Sin embargo, Novak Djokovic (6º) parece romper con toda lógica. Pese al poco rodaje y a algunas dudas en el año, llegó a Wimbledon como una máquina: arrasó en los tres partidos que disputó y dejó grandes sensaciones en su último cruce ante Miomir Kecmanovic (49º), quien no escatimó en elogios. hacia su compatriota.
"Era difícil ganar puntos incluso sacando bien. Uno se pregunta qué hacer en la cancha cuando Novak juega a ese nivel. Llegué al partido sin miedo y no me metí presión a mí mismo, pero su nivel fue altísimo. Si continúa jugando así, siento que puede ganar 20 Grand Slams más", dijo el expupilo de David Nalbandian.
Además, señaló sobre Nole: "Es increíble lo bien preparado que está a nivel físico; tiene un saque muy consistente y variado, tanto en efectos como en direcciones y velocidad, por no hablar del aspecto mental. Sentí como si estuviéramos en 2011 o en 2015". Y agregó: "Cuando jugás con Jannik (Sinner), Carlos (Alcaraz) y Novak, se nota que imprimen un ritmo diferente y que no regalan nada. Elevan su nivel cuando más lo necesitan, te obligan a jugar más allá de tus límites durante mucho tiempo y, al final, terminás exhausto física y mentalmente. Lo más letal en su tenis es que juegan bien incluso cuando tienen un mal día".
Pese a una leve desconexión en el cierre del partido, Djokovic fue ampliamente superior a Kecmanovic a lo largo de la hora y 47 minutos que duró el duelo. De hecho, recién perdió su servicio en el cierre del tercer parcial. Hasta entonces, dominó a su rival en todos los aspectos.
El próximo rival de Nole en el césped del All England Lawn Tennis and Croquet Club será Alex de Miñaur (11º), quien cedió apenas un set en lo que va del certamen. El historial entre ambos se encuentra 2-1 en favor del balcánico. El año pasado debían verse las caras en los cuartos de final del Major londinense, pero el australiano no se presentó por una lesión.
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