Entretenida y emotiva batalla albergó la cancha 1 del coqueto complejo de Wimbledon este domingo, cuando el local Cameron Norrie (61°) se impuso 6-3, 7-6 (4), 6-7 (7), 6-7 (5) y 6-3 contra el chileno Nicolás Jarry (143°) para avanzar por segunda ocasión hacia cuartos de final.
Pese a totalizar 46 aces, 79% de puntos ganados con su primer servicio y 103 winners, el gigante sudamericano, procedente de la etapa clasificatoria, no logró dar un nuevo golpe sobre el césped londinense, donde había eliminado al danés Holger Rune (8°), al estadounidense Learner Tien (62°) y al brasileño Joao Fonseca (55°) en las rondas previas, principalmente al registrar 70 errores no forzados en prácticamente cuatro horas y media de juego.
No obstante, el ex número 16 del mundo, quien regresará al top 100 del ranking mundial ATP para instalarse virtualmente en el 95° puesto, dio la talla versus el único dueño de casa aún en competencia en ambas ramas, rival contra el que evidenció una fundamentada molestia en el descanso del segundo y tercer set al argumentar que picaba la pelota en demasiadas oportunidades, aprovechando para amagar y desconcentrar: "Siempre hace lo mismo".
Una vez concluido el disputado pleito en el All England, el nacido en Johannesburgo, Sudáfrica, de 29 años y semifinalista en 2022, se dirigiría hacia el potente santiaguino, también de 29, en la red, protagonizando algunos entredichos que por un momento confundieron a los espectadores al asemejarse a una continuación de la polémica.
"Se pudo ver que estaba un poco hablador. Creo que esa es mi energía, estaba empujando a mi equipo. Solo le dije 'hombre, competiste tan bien. Aguantaste tan bien. Fue un increíble partido competitivo, me encantó y los fanáticos chilenos también'. Ustedes chicos definitivamente me empujaron hacia el final", comentaría el talentoso zurdo, quien igualó en uno el historial frente al pupilo de César Fabregas, inmediatamente al pie de cancha.
Posteriormente, el campeón del Masters 1000 de Indian Wells 2021, que enfrentará al ganador del duelo entre el español Carlos Alcaraz (2°) y el ruso Andrey Rublev (14°), le dejaría un especial mensaje a su coach argentino Facundo Lugones: "Me olvidé de traerle un regalo a mi entrenador. Hoy es su cumpleaños. Le debía traer algo, así que le conseguí el triunfo. Creo que fue un regalo bastante doloroso para alcanzar".
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