Hasta el impacto de Jannik Sinner en el circuito profesional, el jugador más emblemático y memorable que tenía el tenis italiano era Nicola Pietrangeli. El oriundo de Roma fue un impulsor de este deporte en dicho país y, además, consiguió grandes gestas que lo sitúan en los libros grandes.
Pietrangeli es dos veces campeón de Roland Garros, nada más y nada menos, al ganarlo en 1959 y 1960. Además, perdió dos finales más, en 1961 y 1064 (en dobles también se consagró en 1959) y llegó hasta las semifinales de Wimbledon. Representando a Italia, es medallista olímpico al lograr el bronce en 1968.
En las últimas horas, Pietrangeli, que está próximo a cumplir 92 años (el 11 de septiembre), brindó una entrevista exclusiva en el medio Supertennis, donde habló del complicado presente que está atravesando: "Así es la vida: dolorosa y aburrida. La cabeza se me va un poco. Puedo recordar bien las cosas que hice hace 50 años, pero no las que hice antes de ayer. Me da que en cualquier momento ya no me funcionará más”.
"Me deben estar castigando porque he hecho algo malo en mi vida. Los días son largos, muy largos. Menos mal que duermo, que eso me ayuda. Quisiera un día sin dolor. Este dolor que sufro me impide moverme, lo han probado todo. Mis amigos me llaman para jugar a las cartas, pero necesito descansar. Aunque me paso todo el día en la cama, no tengo un día de reposo por este dolor. Le he ganado al cáncer, pero no a la vejez", agregó.
“Estoy cansado, cansado de estar cansado. No sé qué será de mí en dos semanas, no cambiará nada. Soy como un gusano", siguió. Por otra parte, habló sobre la reciente pérdida de su hijo Giorgio: "Lo veo como si estuviese aquí, lo recuerdo sufrir. Estaba enfermo, no se levantaba de la cama. Sufría muchísimo".